La propuesta de ley del gobierno federal canadiense para regular el desarrollo de la energía eólica marina ha desatado una ola de críticas y reclamos por parte de las provincias atlánticas, que temen perder el control y los beneficios de sus recursos naturales.
La ley C-109, presentada en junio, busca establecer un marco legal para la exploración, construcción, operación y abandono de proyectos de energía eólica marina en las aguas federales, que se extienden más allá de las 12 millas náuticas de la costa.
El gobierno federal argumenta que la ley es necesaria para impulsar el desarrollo de esta fuente de energía renovable, que tiene un gran potencial en las costas canadienses, especialmente en el Atlántico. Según un estudio de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA), Canadá podría alcanzar una capacidad instalada de energía eólica marina de 30 gigavatios (GW) para 2030.
Sin embargo, las provincias atlánticas, que tienen competencia sobre los recursos naturales dentro de sus límites territoriales, ven la ley como una intromisión del gobierno federal en sus asuntos internos y una amenaza para sus intereses económicos.
El primer ministro de Nueva Escocia, Iain Rankin, dijo que la ley es “inaceptable” y que su provincia no cederá su jurisdicción sobre la energía eólica marina. “No vamos a permitir que el gobierno federal nos quite lo que es nuestro por derecho”, afirmó.
Por su parte, el primer ministro de Terranova y Labrador, Andrew Furey, expresó su preocupación por el impacto que la ley podría tener en la industria petrolera y gasífera de su provincia, que se basa en las aguas federales. “No queremos que se cree una situación de competencia desleal entre los sectores de energía eólica marina y petróleo y gas”, dijo.
Asimismo, el primer ministro de Nuevo Brunswick, Blaine Higgs, pidió al gobierno federal que respete los acuerdos existentes entre las provincias y Ottawa sobre el desarrollo de los recursos naturales. “Tenemos que asegurarnos de que no se nos impongan condiciones que no sean justas o equitativas”, señaló.
El gobierno federal ha dicho que está dispuesto a dialogar con las provincias para llegar a un consenso sobre la ley, pero que no renunciará a su responsabilidad de regular la energía eólica marina en las aguas federales. “Nuestro objetivo es crear un clima favorable para la inversión y el desarrollo sostenible de esta fuente de energía limpia y verde”, dijo el ministro de Recursos Naturales, Seamus O’Regan.