Canadá es uno de los pocos países que se opone a la mayoría de las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas que condenan las acciones de Israel en el conflicto con los palestinos. Según un análisis, Canadá votó en contra de 17 de las 21 resoluciones relacionadas con Israel que se presentaron en 2021, lo que lo sitúa entre los aliados más cercanos de Israel, como Estados Unidos, Australia y las Islas Marshall.
La posición de Canadá se basa en su política exterior, que defiende el derecho de Israel a existir y a defenderse, así como el apoyo a una solución de dos estados que garantice la seguridad y el bienestar de ambos pueblos. Sin embargo, esta postura también le ha valido críticas de algunos grupos pro-palestinos, que la consideran parcial y contraria al derecho internacional.
El gobierno canadiense ha argumentado que muchas de las resoluciones de la ONU son injustas y sesgadas contra Israel, y que no reflejan la complejidad y la realidad del conflicto. Además, ha señalado que algunas de las resoluciones son redundantes o contradictorias, y que no contribuyen a la paz ni al diálogo entre las partes.
No obstante, Canadá también ha expresado su preocupación por algunas de las acciones de Israel, como la expansión de los asentamientos, la demolición de viviendas palestinas, el uso excesivo de la fuerza y la violación de los derechos humanos. En algunos casos, Canadá se ha abstenido o ha votado a favor de las resoluciones que denuncian estas prácticas.
Canadá también ha mantenido su compromiso con la ayuda humanitaria y el desarrollo de los palestinos, a los que ha destinado más de 400 millones de dólares desde 2016. Asimismo, ha apoyado los esfuerzos diplomáticos para reanudar las negociaciones directas entre Israel y Palestina, y para lograr una solución pacífica y duradera al conflicto.