Preocupación en Perú por protestas anti-crimen en la cumbre APEC

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FOTO: BLOOMBERG

La próxima cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebrará en Lima en noviembre, ha generado preocupación en el gobierno peruano ante la posibilidad de que protestas contra la inseguridad y el crimen violento en el país perjudiquen el desarrollo del evento. La cumbre APEC reúne a líderes y representantes de 21 economías globales, incluidos Estados Unidos, China y Japón, quienes discutirán temas de economía y comercio en medio de una ola de tensiones políticas y sociales en Perú.

Las protestas anti-crimen se han intensificado en las últimas semanas debido a un incremento en los índices de violencia en el país, especialmente en Lima. El aumento de asesinatos, robos y extorsiones ha provocado la ira de la ciudadanía, generando manifestaciones de gran escala en las principales ciudades. Las autoridades peruanas han advertido que las concentraciones masivas de protesta podrían interferir con la logística de la cumbre, pues algunos grupos activistas ya han anunciado sus intenciones de marchar durante el evento. Entre los reclamos más comunes, los manifestantes piden al gobierno de Dina Boluarte implementar medidas más contundentes y transparentes para combatir la delincuencia organizada y restaurar la seguridad en las calles.

En respuesta, el gobierno ha incrementado las medidas de seguridad para el evento. Se prevé un despliegue de fuerzas policiales y militares en los puntos estratégicos de la capital, especialmente en los alrededores de la sede de la cumbre y en las rutas que transitarán las delegaciones internacionales. Además, se ha establecido una estrategia de vigilancia continua en zonas de alto riesgo y áreas donde se han concentrado las protestas en el pasado.

Sin embargo, la incertidumbre persiste, y algunos analistas temen que una respuesta represiva pueda agravar la situación. En Lima, la creciente desconfianza hacia el gobierno ha motivado que sectores de la población consideren las protestas como la única vía para hacer oír su voz, lo cual aumenta la tensión en vísperas del encuentro diplomático. Esta situación preocupa no solo por la imagen internacional de Perú, sino también por la posible afectación en la economía local, dado que la cumbre representa una oportunidad clave para atraer inversiones y fortalecer las relaciones comerciales con los socios del Asia-Pacífico.

Por su parte, las embajadas de algunos países ya han emitido alertas de viaje a sus ciudadanos, advirtiendo sobre la posibilidad de disturbios durante la cumbre. Asimismo, diversas organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación ante la posibilidad de enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.

La situación se mantiene en desarrollo, y las autoridades peruanas están en constante monitoreo para asegurar que la cumbre APEC se lleve a cabo en un ambiente seguro y ordenado.


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