THE LATIN VOX (21 de marzo del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El primer fallecimiento de un trabajador migrante vinculado a la Copa del Mundo de 2034 en Arabia Saudita ha sido confirmado. Muhammad Arshad, un ciudadano pakistaní que trabajaba como capataz en la construcción del Estadio Aramco en Al Khobar, murió tras caer desde un nivel superior el pasado 12 de marzo, según informaron fuentes con conocimiento del incidente.
La muerte de Arshad ha avivado las preocupaciones de las organizaciones de derechos humanos, que desde la designación de Arabia Saudita como sede del torneo han advertido sobre la explotación y los riesgos laborales que enfrentan los trabajadores migrantes. Amnistía Internacional ya había alertado que «los trabajadores migrantes enfrentarán explotación y muchos morirán» en las obras vinculadas al evento deportivo.
El incidente ocurrió cuando Arshad y otros dos trabajadores realizaban tareas de encofrado en altura. A pesar de estar equipados con sistemas de seguridad personal, Arshad no estaba conectado a un punto de anclaje en el momento del accidente. Fue trasladado de inmediato al hospital, donde sucumbió a sus heridas.
El Grupo Besix, empresa multinacional belga encargada de la construcción del estadio a través de su filial Six Construct, confirmó el fallecimiento y aseguró que está cooperando plenamente con las autoridades en la investigación del caso. Sin embargo, también se reportó que, tras la tragedia, los trabajadores en el sitio fueron convocados a una reunión donde se les ordenó eliminar cualquier grabación del incidente y evitar hablar sobre lo sucedido.
El cuerpo de Arshad fue repatriado a Pakistán el martes, donde su familia, sumida en el dolor, le dio sepultura. «Hemos caído del cielo a la tierra. Toda la familia está en estado de shock», expresó su padre, Muhammad Bashir. Arshad, que tenía poco más de 30 años, deja atrás a su esposa y tres hijos de entre dos y siete años. La familia ahora enfrenta serias dificultades económicas, ya que Arshad era su único sustento.
Bajo la legislación laboral saudita, los empleadores están obligados a compensar a las familias en caso de muerte en el lugar de trabajo. Besix aseguró haber tomado medidas para garantizar que todos los pagos pendientes se gestionen de manera «oportuna y respetuosa».
El Estadio Aramco, con capacidad para 47,000 espectadores, es una de las 11 nuevas sedes en construcción para el Mundial de 2034. La obra es financiada por la compañía estatal Aramco, que recientemente se convirtió en el patrocinador más lucrativo de la FIFA. Miles de trabajadores migrantes, principalmente de Bangladesh y Pakistán, laboran en turnos dobles en condiciones de extrema exigencia.
El sector de la construcción en Arabia Saudita ha sido objeto de numerosas denuncias por abusos laborales. Informes previos han revelado que muchos trabajadores han contraído deudas significativas debido a tarifas ilegales impuestas para obtener empleo en el país. Además, enfrentan condiciones de vida precarias y jornadas de trabajo de hasta 10 horas en temperaturas que superan los 45°C, con salarios que a menudo son retenidos durante meses.
En un comunicado, Besix aseguró que ha «logrado avances significativos» en la protección de los derechos laborales e impone estándares de bienestar a sus subcontratistas. No obstante, reconoció que «algunos contextos locales han resultado desafiantes» y afirmó haber tomado medidas adicionales para mejorar las condiciones.
Por su parte, Aramco declaró que «la seguridad y el bienestar de los empleados es nuestra máxima prioridad» y que está comprometida con la investigación de los hechos para esclarecer las causas del incidente.
La FIFA, organismo rector del fútbol mundial, no ha emitido ningún comentario al respecto.
La muerte de Arshad es un trágico recordatorio de los riesgos laborales que enfrentan los trabajadores migrantes en las megaconstrucciones de los eventos deportivos internacionales. Con la preparación del Mundial de 2034 en pleno apogeo, las denuncias sobre abusos laborales podrían seguir en aumento, presionando a la FIFA y a las autoridades sauditas a garantizar condiciones de trabajo más seguras y justas.
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