La promesa del Partido Quebequense (PQ) de realizar un referéndum ha reavivado las demandas para la partición de Quebec. La propuesta, considerada radical en sus inicios en 1976, ha cobrado fuerza como respuesta a la amenaza de un tercer referéndum sobre la independencia de Quebec en la década de 1990.
El líder del PQ, Paul St-Pierre Plamondon, ha prometido un referéndum, afirmando que Ottawa representa una “amenaza existencial” para la lengua y cultura de Quebec. Esta declaración se produce en un momento en que el Partido Canadiense de Quebec anunció que está estudiando la viabilidad de crear una undécima provincia a partir de una Quebec dividida.
La discusión sobre la partición de Quebec, que tiene sus orígenes a finales de los años 70 como una fuerza contraria a la separación de Quebec, ha resurgido mientras el PQ se comprometió con la realización de un referéndum. Este anuncio ha provocado fuertes reacciones, incluyendo un encuentro público en línea sobre el tema de la partición que se llevará a cabo esta semana.
El líder del PQ ha reiterado su compromiso con un tercer referéndum sobre la independencia en caso de que su partido llegue al poder en las próximas elecciones, calificando a Ottawa como una “amenaza existencial” para la identidad de Quebec. La popularidad creciente de St-Pierre Plamondon, a pesar del apoyo estancado a la independencia, ha dado un nuevo impulso a la promesa de un referéndum antes de 2030.
Este desarrollo marca un punto crítico en la política de Quebec, donde la posibilidad de un referéndum y la partición de la provincia están generando un intenso debate y expectativa sobre el futuro político y cultural de la región.