
THE LATIN VOX (2 de marzo del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Las tensiones entre Ucrania y Estados Unidos alcanzaron un nuevo nivel el pasado viernes, cuando el presidente Donald Trump y el vicepresidente JD Vance mantuvieron un encuentro explosivo con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, en la Casa Blanca.
La confrontación, que muchos consideraron un “emboscada” hacia el líder ucraniano, provocó una ola de protestas en varias ciudades de Estados Unidos, que se desplegaron en una serie de manifestaciones a favor de Ucrania y en contra del trato que Zelenskyy recibió por parte de los altos funcionarios estadounidenses.
Un enfrentamiento inesperado
El desencadenante de las protestas fue una conversación tensa y polémica que tuvo lugar en el Despacho Oval, en la que Trump le dijo a Zelenskyy que debía negociar con Rusia o, de lo contrario, “nos vamos”. La reunión se convirtió rápidamente en un intercambio agresivo, en el que Trump acusó al presidente ucraniano de no mostrar suficiente gratitud por la ayuda política y militar proporcionada por Estados Unidos. En un momento, Trump llegó a advertir que Zelenskyy estaba “apostando por la tercera guerra mundial”.
Zelenskyy, por su parte, defendió su posición, explicando que los ucranianos no aceptarían un alto el fuego con Rusia sin garantías de seguridad, dado el historial de Rusia en romper acuerdos previos. Esta situación encendió la furia de los manifestantes en todo el país, quienes consideran que Trump y Vance cruzaron una línea al tratar de presionar a Ucrania de manera tan directa.
Protestas por todo Estados Unidos
La reacción no se hizo esperar. El sábado, manifestantes en diferentes estados de EE.UU. se unieron en protestas masivas, exigiendo apoyo continuo para Ucrania y denunciando el trato recibido por Zelenskyy en la Casa Blanca.
En Waitsfield, Vermont, cientos de personas se congregaron para protestar contra la visita de Vance, quien se encontraba en el estado para un viaje de esquí con su familia. A pesar de que la manifestación había sido planeada previamente por el grupo local Indivisible, muchos de los manifestantes se sintieron motivados a unirse tras ver el intercambio hostil entre Trump, Vance y Zelenskyy.
“Después de lo que hizo ayer, cruzó la línea”, declaró Cori Giroux, una de las manifestantes, a Vermont Public Radio. En otras ciudades, como Nueva York, Los Ángeles y Boston, cientos de personas también salieron a las calles. En Nueva York, los manifestantes se reunieron en Times Square, ondeando las banderas ucranianas, mientras que en Los Ángeles, un grupo se manifestó frente a una instalación de SpaceX, la compañía de Elon Musk.
En Boston, se celebró un mitin de emergencia en el Boston Common con el lema «Paz justa para Ucrania». «Ucrania quiere una paz justa. Ucrania quiere que la guerra termine», decía uno de los mensajes publicados por el grupo Boston Supports Ukraine en sus redes sociales. «Ucrania quiere todo esto en términos justos con garantías de seguridad.»
Reacciones internacionales y apoyo a Ucrania
El enfrentamiento en la Casa Blanca no pasó desapercibido a nivel internacional. Líderes europeos, así como los primeros ministros de Canadá, Australia y Nueva Zelanda, se apresuraron a expresar su apoyo incondicional a Ucrania, condenando el trato dado a Zelenskyy. En Estados Unidos, varios legisladores demócratas, incluido el senador Chris Murphy de Connecticut, calificaron el encuentro como una “emboscada” y mostraron su solidaridad con el presidente ucraniano.
Por su parte, Zelenskyy, que no pudo evitar sentir el impacto de la controversia en Washington, publicó un video en sus redes sociales en el que mostraba su cálida bienvenida en Londres. En el video, se ve a una multitud de seguidores alineando las calles cerca de Downing Street, donde fue recibido por el primer ministro británico Keir Starmer con un abrazo en señal de apoyo.
Un giro en la política internacional
Las protestas que estallaron en toda la nación reflejan una creciente preocupación por la política exterior de Estados Unidos bajo la administración Trump, especialmente en relación con el conflicto en Ucrania.
Muchos estadounidenses, tanto en la calle como en el ámbito político, sienten que el presidente y su vicepresidente han perdido el rumbo en su apoyo a Ucrania, un país que sigue resistiendo la invasión rusa con el respaldo internacional de Occidente.
A medida que las manifestaciones se multiplican en las principales ciudades estadounidenses, se perfila un movimiento popular que exige una postura más firme y coherente en apoyo de Ucrania y una condena más clara hacia Rusia. Los ciudadanos de Estados Unidos parecen dejar claro que, a pesar de la controversia interna, la solidaridad con Ucrania no debe ser negociable.
Las semanas venideras serán decisivas para evaluar cómo esta ola de descontento influirá en las decisiones políticas y en la relación de Estados Unidos con el resto del mundo, en un momento en el que el conflicto en Ucrania continúa siendo un tema central en la agenda internacional.
Crédito fotográfico: The New York Times