En un giro inesperado de los acontecimientos, el exlíder separatista catalán Carles Puigdemont ha vuelto a ser el centro de atención mediática. Según declaraciones recientes de su abogado, Puigdemont ya no se encuentra en España y no tiene intención de entregarse a las autoridades españolas. Esta noticia llega después de su sorpresiva aparición en Barcelona, donde dio un discurso ante miles de seguidores antes de desaparecer nuevamente.
Puigdemont, quien ha estado viviendo en un autoexilio autoimpuesto en Bélgica desde 2017, regresó brevemente a España, desafiando una orden de arresto pendiente. Durante su discurso en Barcelona, Puigdemont reafirmó su compromiso con la causa independentista catalana y criticó duramente al gobierno español. “No fue, no es y nunca será un crimen celebrar un referéndum”, declaró ante una multitud entusiasta.
La policía catalana, los Mossos d’Esquadra, había planeado arrestar a Puigdemont de manera discreta para evitar disturbios públicos. Sin embargo, el exlíder separatista logró evadir a las autoridades, aprovechando la multitud que lo rodeaba para escapar en un vehículo que la policía no pudo detener. Esta fuga ha sido descrita como un “acto de desaparición” digno de un mago, dejando a las autoridades y a los medios de comunicación perplejos sobre cómo logró evadir la captura.
El abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, ha confirmado que su cliente no tiene intención de entregarse y que continuará su lucha desde el extranjero. Boye también ha criticado la postura del gobierno español, acusándolo de buscar venganza en lugar de justicia. “Carles no regresará a España a menos que se le garantice su seguridad”, afirmó Boye, subrayando que la situación actual no ofrece tales garantías.
La reaparición y posterior desaparición de Puigdemont ha generado un intenso debate en España, reavivando las tensiones entre el gobierno central y los separatistas catalanes. Mientras tanto, las autoridades continúan su búsqueda, aunque hasta ahora sin éxito. La operación policial, denominada “Operación Jaula”, ha establecido controles en las carreteras dentro y fuera de Barcelona en un intento por localizar el vehículo de Puigdemont.
La situación sigue siendo tensa y el futuro de Puigdemont y del movimiento independentista catalán permanece incierto. Lo que está claro es que Carles Puigdemont sigue siendo una figura polarizadora y su capacidad para evadir la captura solo ha aumentado su estatus entre sus seguidores.