Putin dispuesto a negociar con Trump sobre la Guerra en Ucrania … ¿giro en la estrategia rusa?

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THE LATIN VOX (25 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

El presidente ruso Vladimir Putin ha sorprendido al mundo al declarar que está dispuesto a discutir la guerra en Ucrania con el expresidente estadounidense Donald Trump, un giro notable en la diplomacia internacional que podría tener implicaciones significativas para el futuro del conflicto.

En sus primeros comentarios desde que Trump emitió amenazas económicas contra Rusia, Putin adoptó un tono inesperadamente favorable hacia el líder republicano, sugiriendo que una reunión entre ambos sería una buena idea.

Un diálogo en la mesa de negociaciones

En una entrevista reciente con la televisión estatal rusa, Putin expresó su disposición para las negociaciones, afirmando que el gobierno de Moscú siempre ha estado «abierto» a dialogar y que sería útil reunirse con Trump para hablar «calmadamente».

La relación entre ambos, según Putin, ha sido «empresarial, pragmática y confiable». Este lenguaje conciliador se produce en un contexto de tensiones globales, donde la guerra en Ucrania ya ha cumplido casi tres años y sigue afectando la estabilidad internacional.

Putin también se alineó con las declaraciones previas de Trump, quien ha manifestado su creencia de que, de haber sido presidente en 2022, habría evitado el estallido del conflicto. Este respaldo implícito a Trump podría ser una táctica para ganar su favor y, potencialmente, influir en las decisiones de la administración estadounidense, que hasta ahora ha sido un firme defensor de Ucrania.

La respuesta de Zelenskyy y la manipulación de Trump

La postura de Putin ha sido rápidamente criticada por el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, quien acusó a Rusia de intentar «manipular» el deseo de Trump de alcanzar la paz. En un mensaje de video, Zelenskyy subrayó su confianza en que las manipulaciones rusas no lograrían afectar la postura de Estados Unidos sobre el conflicto.

Por su parte, Trump ha reiterado su disposición a reunirse con Putin «inmediatamente», con el objetivo de buscar una resolución rápida al conflicto. Sin embargo, Trump no ha ofrecido detalles concretos sobre cómo podría alcanzar esa paz, más allá de sugerir que Rusia debería aceptar una serie de concesiones económicas, como la reducción de precios del petróleo, para debilitar la economía rusa y forzar una negociación.

La resistencia rusa a las amenazas económicas

Aunque las amenazas de Trump de aplicar sanciones adicionales o imponer tarifas sobre los productos rusos podrían haber generado cierto malestar en Moscú, Putin ha restado importancia a estos ultimátums económicos. El presidente ruso comentó que los precios bajos del petróleo serían perjudiciales tanto para Estados Unidos como para Rusia, sugiriendo que, aunque las sanciones han tenido un impacto, la economía rusa ha demostrado ser más resistente de lo esperado.

A pesar de la presión internacional, Rusia continúa avanzando en el este de Ucrania, mientras enfrenta crecientes desafíos internos, como una inflación descontrolada y la necesidad de financiar un esfuerzo bélico cada vez más costoso. No obstante, la élite rusa parece convencida de que el país puede soportar un año más de conflicto sin que la economía influya significativamente en la toma de decisiones de Putin.

¿Es posible un acuerdo?

Las condiciones que Putin ha exigido para una posible negociación siguen siendo estrictas y probablemente intransigentes. Entre ellas, Rusia ha solicitado la retirada de Ucrania de las regiones de Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporizhzhia, así como la renuncia a sus aspiraciones de ingresar a la OTAN y la reducción drástica de su fuerza militar. Estas demandas, que en la práctica implicarían la pérdida de la soberanía ucraniana, siguen siendo puntos de fricción en cualquier posible acuerdo.

Aunque algunos funcionarios del Kremlin parecen abiertos a explorar propuestas de Estados Unidos, hay quienes dentro de Rusia se oponen rotundamente a cualquier concesión. Figuras de línea dura, como el empresario Konstantin Malofeev, han reiterado que la única solución aceptable es la capitulación de Ucrania y la erradicación de su Estado, un enfoque que refleja la postura más extrema dentro del círculo cercano a Putin.

Un horizonte incierto

La posibilidad de una negociación directa entre Trump y Putin sigue siendo incierta, especialmente dada la postura enérgica de Moscú sobre las condiciones del conflicto. Sin embargo, la intervención de Trump ha reavivado el debate sobre la posibilidad de fuerzas de paz occidentales en Ucrania para mantener un alto el fuego o congelar el conflicto en sus líneas actuales.

Por el momento, Moscú ha rechazado rotundamente cualquier idea de un acuerdo que congele el conflicto sin una victoria clara para Rusia. La postura oficial es clara: cualquier acuerdo debe garantizar la seguridad a largo plazo de Rusia, lo que implica la rendición de Ucrania y la desmilitarización de su territorio.

A medida que el conflicto se prolonga y las relaciones internacionales se complejizan, la situación sigue siendo fluida. Las declaraciones de Trump, aunque no ofrecen una solución detallada, han sido recibidas con un interés renovado tanto en Moscú como en Kiev. El futuro de la guerra en Ucrania parece depender no solo de las decisiones de Putin y Zelenskyy, sino también de las dinámicas políticas internas en Estados Unidos y Rusia, que podrían redibujar el mapa geopolítico de Europa en los próximos meses.

Crédito fotográfico: CNN


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