THE LATIN VOX (23 de octubre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
Vladimir Putin ha marcado su regreso al escenario internacional al ser anfitrión de una cumbre del grupo BRICS que reunió a 36 líderes mundiales, incluyendo figuras destacadas como los presidentes de China, India e Irán. Este encuentro, celebrado en un momento en que Putin ha sido aislado por Occidente y señalado como un posible criminal de guerra por la Corte Penal Internacional, busca presentar a Moscú como un actor global relevante, a pesar de las crecientes tensiones geopolíticas.
La cumbre de BRICS, que reúne a países en desarrollo y emergentes, tiene como uno de sus principales objetivos acelerar la reducción de las transacciones en dólares. Este enfoque busca mitigar la capacidad de Estados Unidos para imponer sanciones y ejercer su voluntad política a través del control monetario. La estrategia refleja un deseo creciente entre estas naciones de diversificar sus relaciones comerciales y disminuir la dependencia del sistema financiero dominado por Occidente.
La participación del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien aceptó la invitación para asistir a la cumbre, ha generado una reacción de ira en Occidente. Su presencia se interpreta como un respaldo implícito a los esfuerzos de Putin por consolidar su influencia y reafirmar su posición en el ámbito internacional.
El evento se lleva a cabo en un contexto global de tensiones crecientes, donde las alianzas tradicionales están siendo desafiadas. La cumbre de BRICS puede marcar un punto de inflexión en la forma en que se configuran las relaciones internacionales, con naciones emergentes buscando un mayor protagonismo frente a las potencias occidentales.
A medida que las dinámicas de poder global continúan evolucionando, la cumbre de BRICS en Rusia podría tener repercusiones significativas en el futuro de la diplomacia internacional y el equilibrio de poder. La capacidad de Putin para reunir a líderes de diversas partes del mundo, a pesar de su aislamiento, destaca una nueva era de rivalidades y la búsqueda de alternativas al orden mundial establecido.
Crédito fotográfico: ASSOCIATED PRESS | Vyacheslav Prokofyev