Los trabajadores automotrices de Estados Unidos podrían ir a la huelga el próximo mes si no llegan a un acuerdo con las tres grandes empresas del sector: General Motors, Ford y Stellantis. Esto podría tener consecuencias negativas para la industria automotriz de Canadá, que depende en gran medida de la cadena de suministro transfronteriza.
Según el sindicato Unifor, que representa a unos 17.000 trabajadores automotrices canadienses, una huelga de los trabajadores estadounidenses afectaría a las plantas canadienses que producen piezas o vehículos para el mercado estadounidense. El presidente de Unifor, Jerry Dias, dijo que una huelga podría provocar el cierre temporal de algunas plantas canadienses y la pérdida de miles de empleos.
Dias también dijo que una huelga podría retrasar la implementación del nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), que entró en vigor el año pasado y establece nuevas reglas para el sector automotriz. El T-MEC exige que el 75 por ciento del valor de los vehículos y el 40 por ciento del contenido laboral provengan de los países miembros para evitar aranceles.
Los trabajadores automotrices de Estados Unidos están negociando con las empresas para obtener mejores salarios, beneficios y condiciones de trabajo, así como para garantizar inversiones en las plantas locales. El actual contrato colectivo expira el 14 de septiembre y, si no se llega a un nuevo acuerdo, los trabajadores podrían votar a favor de la huelga.
La última vez que los trabajadores automotrices de Estados Unidos hicieron huelga fue en 2019, cuando unos 48.000 empleados de General Motors paralizaron la producción durante 40 días. Esa huelga costó a la empresa unos 4.000 millones de dólares y afectó a unas 10.000 personas en Canadá.