Los minerales críticos son aquellos que tienen una gran importancia estratégica y económica para un país, pero que también presentan un alto riesgo de escasez o interrupción en el suministro. Algunos ejemplos de estos minerales son el cobalto, el litio, el níquel, el grafito y las tierras raras, que se utilizan para fabricar baterías, imanes, turbinas eólicas, paneles solares y otros productos de alta tecnología.
Canadá es un país rico en recursos naturales, que posee el 14% de las reservas mundiales de minerales críticos. Sin embargo, también se enfrenta a varios desafíos para aprovechar su potencial y garantizar su seguridad. Entre estos desafíos se encuentran la falta de infraestructura, la incertidumbre regulatoria, la competencia internacional, la dependencia de China y la vulnerabilidad a las amenazas cibernéticas.
Para hacer frente a estos desafíos, Canadá necesita adoptar una serie de medidas que le permitan desarrollar una cadena de valor de los minerales críticos, desde la exploración hasta el procesamiento y la fabricación. Algunas de estas medidas son:
- Establecer una estrategia nacional de minerales críticos que defina las prioridades, los objetivos y las acciones del gobierno federal y de las provincias y territorios.
- Aumentar la inversión en infraestructura, investigación e innovación para mejorar la competitividad y la sostenibilidad del sector minero canadiense.
- Fortalecer la cooperación con los socios internacionales, especialmente con Estados Unidos y Europa, para crear mercados diversificados y resilientes para los minerales críticos.
- Proteger los activos y los datos del sector minero de los ataques cibernéticos, mediante el uso de tecnologías seguras y el intercambio de información.
- Involucrar a las comunidades indígenas y locales en el desarrollo de los proyectos mineros, respetando sus derechos y sus intereses.
Los minerales críticos son un recurso clave para el futuro de Canadá y del mundo. Por ello, es necesario que Canadá tome las medidas adecuadas para asegurar su suministro y su aprovechamiento. De esta forma, podrá contribuir al crecimiento económico, a la transición energética y a la seguridad nacional.