El gobierno de Alberta, encabezado por el primer ministro Jason Kenney, ha anunciado que estudiará la posibilidad de crear su propio plan de pensiones, separándose del Plan de Pensiones de Canadá (CPP, por sus siglas en inglés). Esta medida forma parte de una serie de iniciativas para reforzar la autonomía de la provincia frente al gobierno federal.
El Plan de Pensiones de Canadá es un programa nacional que ofrece beneficios de jubilación, invalidez y supervivencia a los trabajadores canadienses y sus familias. El CPP se financia con las contribuciones de los empleados y los empleadores, que se calculan en función del salario. El CPP cubre a todos los trabajadores canadienses, excepto a los de Quebec, que tienen su propio plan de pensiones.
El gobierno de Alberta argumenta que crear su propio plan de pensiones le permitiría ahorrar dinero y ofrecer mejores beneficios a sus ciudadanos. Según un informe encargado por el gobierno provincial, Alberta podría ahorrar unos 3.000 millones de dólares al año si se separara del CPP. Esto se debe a que Alberta tiene una población más joven y con mayores ingresos que el resto del país, lo que implica que paga más al CPP de lo que recibe.
Sin embargo, esta propuesta también implica riesgos y desafíos. Por un lado, crear un nuevo plan de pensiones requeriría una inversión inicial de unos 40.000 millones de dólares, que tendría que salir del fondo del CPP. Por otro lado, un plan de pensiones propio podría ser más vulnerable a las fluctuaciones económicas y demográficas, lo que podría afectar a la sostenibilidad y la rentabilidad del sistema. Además, un plan de pensiones separado podría complicar la movilidad laboral entre Alberta y otras provincias, ya que los trabajadores tendrían que cambiar de plan al cambiar de residencia.
Para que Alberta pueda crear su propio plan de pensiones, tendría que obtener el apoyo mayoritario de sus ciudadanos en un referéndum, así como negociar con el gobierno federal y las otras provincias los términos de la separación. El gobierno de Alberta ha dicho que planea realizar una consulta popular sobre este tema en 2023.
La propuesta de Alberta ha generado reacciones encontradas entre los expertos y los políticos. Algunos la ven como una forma legítima de defender los intereses de la provincia y aumentar su autonomía fiscal. Otros la consideran una amenaza para la unidad nacional y la solidaridad interprovincial. Lo cierto es que el plan de pensiones de Alberta es uno de los temas más polémicos y complejos en la agenda política canadiense.