THE LATIN VOX (3 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Quebec está experimentando un aumento significativo en los cruces irregulares hacia los Estados Unidos, según lo informado por el ministro de Seguridad Pública de Quebec, François Bonnardel. En lo que va del año, se han registrado 19,000 cruces irregulares desde Quebec hacia EE.UU., de un total de 25,000 en toda la frontera canadiense.
Este incremento ha provocado una creciente preocupación por la seguridad en la frontera, especialmente a medida que las autoridades canadienses y estadounidenses intensifican sus esfuerzos conjuntos para controlar el flujo de migrantes y la seguridad fronteriza.
El ministro Bonnardel destacó que, aunque no hay indicios de un aumento significativo en el número de migrantes que ingresan a Canadá desde los EE.UU., las «cruzas ilegales» hacia el sur desde Quebec han aumentado considerablemente en los últimos meses.
De hecho, mientras que en 2022 se registraron 600 cruces irregulares desde Quebec, en 2023 la cifra ascendió a 7,000, lo que refleja una tendencia preocupante en los últimos años. La zona entre Cornwall, Ontario y Sherbrooke, Quebec, ha sido un punto caliente, con la mayoría de los cruces ocurridos en esta franja.
El ministro, que se reunió con varias autoridades de seguridad como la Real Policía Montada de Canadá (RCMP), la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) y la Patrulla Fronteriza de EE.UU., manifestó que, a pesar de esta situación, considera que la frontera entre Canadá y EE.UU. sigue siendo relativamente estable, pero con un panorama cada vez más complicado del lado estadounidense.
Bonnardel expresó que, por el momento, no hay señales de un “Roxham 2.0”, en referencia a la popular ruta de cruce irregular que fue cerrada el año pasado, pero advirtió sobre la necesidad de actuar ante este nuevo desafío.
Preocupaciones por los aranceles y la seguridad fronteriza
Este aumento de los cruces irregulares se produce en un contexto de creciente tensión entre Canadá y Estados Unidos, especialmente tras las amenazas del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, quien ha insinuado la imposición de un arancel del 25 % a todos los productos que ingresen desde Canadá y México si estos países no controlan el flujo de migrantes y drogas.
Este tipo de amenazas ha intensificado las preocupaciones en Ottawa y Quebec, lo que ha llevado a las autoridades canadienses a redoblar los esfuerzos por garantizar una mayor seguridad en la frontera.
Bonnardel elogió los planes del Ministro de Seguridad Pública de Canadá, Dominic LeBlanc, para aumentar los recursos destinados a la RCMP en la frontera Canadá-EE.UU. y expresó su esperanza de que se presente un plan detallado en los próximos días.
La reducción de las horas de cruce en la frontera
Como parte de los esfuerzos para mejorar la seguridad, la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) anunció recientemente que reducirá las horas de operación en 35 puertos de entrada a lo largo de la frontera entre Canadá y EE.UU. a partir del 6 de enero de 2025.
Las horas de cruce en las Eastern Townships —como Chartierville, Hereford Road y Highwater— se verán modificadas y estarán abiertas de 8 a.m. a 8 p.m. El director del distrito este de CBSA, Miguel Bégin, explicó que esta medida se toma en conjunto con las autoridades estadounidenses y está dirigida principalmente a aquellos puntos de entrada que procesan menos de un vehículo por hora.
Por ejemplo, en Chartierville, el servicio se reducirá entre las 8 p.m. y la medianoche, ya que en ese periodo solo se procesaba, en promedio, un vehículo cada cuatro días. Sin embargo, se seguirán ofreciendo otras opciones de servicio para los automovilistas en puntos cercanos, como Abercorn y Sutton, que mantendrán servicios las 24 horas del día, siete días a la semana.
Impacto de los cruces irregulares y las solicitudes de asilo
Bégin también mencionó que, a pesar de la reducción de las horas de cruce, el número de solicitantes de asilo ha disminuido en las últimas semanas. Mientras que entre enero y septiembre se registraban un promedio de 165 solicitudes por semana, desde noviembre esa cifra ha bajado a 140.
A pesar de esta disminución, las autoridades siguen preparándose para un posible aumento de las solicitudes en las Eastern Townships, que representan solo el 2 % de las solicitudes de asilo en la frontera, pero donde se han implementado planes de contingencia en caso de que aumente el número de solicitudes.
Mirada al futuro: desafíos en la frontera
Este aumento de los cruces irregulares en Quebec refleja una serie de desafíos tanto para Canadá como para Estados Unidos, que enfrentan una presión creciente en sus fronteras. La situación exige una cooperación aún más estrecha entre ambos países, y las autoridades canadienses han mostrado su disposición a colaborar con las de EE.UU. para garantizar la seguridad, tanto en términos de control migratorio como en la lucha contra el tráfico de drogas y el crimen organizado.
La implementación de nuevas medidas de seguridad y la reducción de horarios de cruce son solo algunos de los pasos que se están tomando para manejar esta situación. A medida que se avanza en las negociaciones con Estados Unidos y se analizan nuevas estrategias de seguridad, el desafío para Quebec será equilibrar la necesidad de seguridad con la protección de los derechos humanos y la gestión adecuada de los flujos migratorios irregulares.
Crédito fotográfico: THE CANADIAN PRESS/Ryan Remiorz