
THE LATIN VOX (18 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Con las elecciones federales programadas para octubre, la salida de Justin Trudeau del liderazgo del Partido Liberal de Canadá ha puesto en marcha una carrera para encontrar a su sucesor. Aunque Trudeau ha anunciado su intención de dejar el cargo en los próximos meses, el proceso de selección del nuevo líder se está acelerando, con el partido esperando anunciar al ganador de la carrera por el liderazgo el 9 de marzo.
Este nuevo líder será, en efecto, el próximo primer ministro de Canadá, aunque su mandato podría ser de apenas unas semanas si el Parlamento se disuelve para adelantar las elecciones generales.
A medida que el Partido Conservador de Canadá busca una pronta contienda electoral, la posibilidad de que el gobierno caiga con una moción de censura a finales de marzo se vuelve una amenaza real si otras fuerzas de oposición se unen a la votación. En este contexto, el Partido Liberal busca una figura que pueda unificar sus filas y ganar el apoyo de la ciudadanía en un entorno cada vez más tenso.
Los posibles candidatos
Si bien varios ministros de alto rango se habían perfilado como posibles sucesores de Trudeau, la mayoría ha decidido no entrar en la carrera por diversas razones. La ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly; el ministro de Finanzas, Dominic LeBlanc; la ministra de Industria, François-Philippe Champagne; la ministra de Transporte, Anita Anand; y el ministro de Recursos Naturales, Jonathan Wilkinson, todos declinaron la oportunidad de postularse. Anand, por ejemplo, ha confirmado que no competirá en las próximas elecciones.
Curiosamente, incluso Christy Clark, la ex primera ministra de Columbia Británica, decidió no entrar en la carrera, citando su falta de dominio del francés y revelando que anteriormente había sido miembro del Partido Conservador, lo que podría restarle apoyo en la provincia de Quebec.
Aunque históricamente el liderazgo del Partido Liberal ha sido dominado por figuras de Ontario y Quebec, algunos nombres de la región occidental, como Chrystia Freeland y Mark Carney, podrían abrir la puerta a una mayor expansión del partido en una zona tradicionalmente conservadora.
Chrystia Freeland: La favorita
La exministra de Finanzas y exviceprimera ministra Chrystia Freeland se perfila como una de las principales favoritas para suceder a Trudeau. Fue precisamente su propia renuncia hace tres semanas la que aceleró el anuncio de la salida de Trudeau, debido a desacuerdos sobre cómo gestionar la amenaza de los aranceles impuestos por la administración Trump en 2017. En su carta de renuncia, Freeland criticó fuertemente a Trudeau por sus «artimañas políticas costosas» y alertó sobre los desafíos graves que enfrentaba Canadá.
Freeland ha sido una aliada clave de Trudeau desde que asumió el cargo de primer ministro en 2015, ocupando importantes carteras, como la de Asuntos Exteriores y Comercio Internacional. Es especialmente conocida por haber renegociado con éxito el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) durante el primer mandato de Trump, lo que permitió a Canadá seguir accediendo al mercado estadounidense a pesar de las políticas del entonces presidente.
Su experiencia internacional y su capacidad para negociar la puesta en marcha de políticas de gran envergadura la posicionan como una de las opciones más fuertes para el liderazgo.
Mark Carney: El economista de alto perfil
Mark Carney, exgobernador del Banco de Inglaterra y del Banco de Canadá, ha sido considerado durante mucho tiempo un posible candidato para el gabinete. En 2024, Trudeau incluso expresó su interés por que Carney se involucrara en la política federal. Sin embargo, la relación entre Freeland y Trudeau se tensó por rumores de que el primer ministro quería reemplazar a Freeland con Carney.
Aunque Carney ha expresado su interés por considerar la posibilidad de postularse, algunos observadores se muestran escépticos sobre su incursión en la política, dado que nunca ha ocupado un cargo político. Su perfil económico, en un momento de crisis financiera global, podría ser un activo para el partido, pero aún queda por ver si sus credenciales son suficientes para ganarse la confianza de los votantes.
Además, como establece la tradición, Carney tendría que obtener un escaño en el Parlamento si ganara el liderazgo, lo que complicaría aún más su camino hacia el poder.
Karina Gould: La candidata joven
Karina Gould, actual líder de la Casa del Gobierno, ha insinuado que podría postularse para el liderazgo del Partido Liberal. Si lo hiciera, Gould sería la candidata más joven en la historia del partido para ocupar este cargo. Fue elegida por primera vez en 2015 y ha desempeñado varios roles clave, incluidos el de ministra de Instituciones Democráticas, ministra de Desarrollo Internacional y ministra de Familias, Niños y Desarrollo Social.
Con una trayectoria política sólida y una imagen fresca y moderna, Gould podría atraer tanto a votantes jóvenes como a aquellos interesados en un cambio generacional en el liderazgo del partido.
Jaime Battiste: El Primer Ministro indígena
Jaime Battiste, un miembro del Parlamento de Nueva Escocia, también ha anunciado su intención de postularse. Si ganara, sería el primer primer ministro indígena de Canadá, lo que representaría un hito significativo para el país. Battiste, quien actualmente se desempeña como secretario parlamentario del ministro de Relaciones con las Primeras Naciones, tiene un fuerte compromiso con las comunidades indígenas y ha sido un defensor destacado de sus derechos y la reconciliación con el gobierno canadiense.
¿Quién tomará las riendas del Partido Liberal?
La carrera para suceder a Justin Trudeau es aún incierta, y el 9 de marzo se perfila como una fecha crucial para el futuro del Partido Liberal. A medida que Canadá se prepara para una posible elección federal este mismo año, el partido deberá elegir a un líder capaz de enfrentar los retos internos y externos que el país enfrenta en un contexto de creciente polarización política.
Ya sea Chrystia Freeland, Mark Carney, Karina Gould o Jaime Battiste, el próximo líder tendrá la tarea de unir al partido, recuperar la confianza del electorado y enfrentar los desafíos que definirán la política canadiense en los próximos años.
Crédito fotográfico: The Canadian Press