THE LATIN VOX (4 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En medio de la creciente incertidumbre política relacionada con las amenazas arancelarias de la nueva administración de Donald Trump, la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) ha sugerido que podría desplegar cadetes en formación para reforzar la seguridad en la frontera entre Canadá y Estados Unidos.
Esta medida se está evaluando como una posible respuesta a la presión por mejorar los recursos en la zona fronteriza ante un aumento de solicitudes de asilo y los temores relacionados con el flujo de inmigrantes y el contrabando de fentanilo.
El comisionado de la RCMP, Mike Duheme, indicó que, en primera instancia, se está considerando el envío de oficiales uniformados del departamento de policía federal de la RCMP para reforzar las patrullas fronterizas. Sin embargo, también dejó abierta la posibilidad de utilizar cadetes de la academia de entrenamiento en Regina si se presenta una crisis de recursos. «Si hay un aumento tan grande que necesitemos recursos adicionales, eso podría ser una opción», declaró Duheme a los periodistas.
Este tipo de despliegue no es sin precedentes. En 2014, tras el asesinato del cabo Nathan Cirillo y el ataque al Centro del Parlamento, la RCMP recurrió a cadetes para reforzar la seguridad en el Parlamento de Canadá. Duheme recordó este hecho como un ejemplo de la flexibilidad que la RCMP tiene para hacer frente a situaciones excepcionales.
La declaración del comisionado se dio después de su comparecencia ante el Comité de Seguridad Pública de la Cámara de los Comunes, donde presentó los planes de contingencia que la RCMP está preparando para hacer frente a las crecientes preocupaciones por el aumento de solicitantes de asilo que se dirigen hacia el norte, además de aliviar las inquietudes de la administración de Trump sobre el control de la frontera. La semana pasada, Trump amenazó con imponer un arancel del 25% sobre las importaciones de México y Canadá, citando sus preocupaciones sobre la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.
Ante esta amenaza arancelaria, el gobierno canadiense se ha comprometido a adquirir más helicópteros y drones para patrullar la frontera, y la RCMP ha solicitado al gobierno federal un incremento en el número de oficiales uniformados destinados a la frontera.
Duheme también mencionó la necesidad de contar con más personal capacitado para operar la nueva tecnología que se implementará. «El ministro de Seguridad Pública está muy al tanto de algunos de los desafíos que estamos enfrentando y se están abordando», dijo Duheme, anticipando una pronta inversión en recursos.
El llamado para más recursos no llega en un momento cualquiera. La RCMP enfrenta una escasez de personal en su división de policía federal, encargada de la integridad de la frontera, la investigación de interferencia extranjera, terrorismo y otros temas de seguridad nacional, además de delitos organizados de alto nivel y ciberdelitos. Esta unidad ha perdido miembros regulares en los últimos años, ya que muchos han sido destinados a cubrir vacantes en el servicio de policía contratada, que opera en las provincias y territorios.
Por su parte, el sindicato de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) ha solicitado una ampliación de su mandato, pidiendo al gobierno federal que otorgue a los oficiales de la CBSA la capacidad de patrullar todo el borde, no solo los puntos de entrada oficiales.
En una carta abierta al ministro de Seguridad Pública, Mark Weber, presidente del sindicato, sugirió que una colaboración más estrecha entre los oficiales de la CBSA y la RCMP enviaría una señal clara de que el gobierno canadiense entiende lo que se necesita para proteger la frontera y las comunidades. Duheme expresó estar dispuesto a discutir esta opción, pero advirtió que se trata de una medida a largo plazo.
«Creo que tenemos que explorar diferentes maneras de hacer las cosas», señaló el comisionado, al tiempo que subrayó la importancia de adaptar la respuesta a la realidad cambiante de la seguridad fronteriza.
Mientras tanto, Canadá se enfrenta a un escenario incierto en términos de control fronterizo, con la necesidad de equilibrar las preocupaciones internas de inmigración con la presión internacional derivada de las políticas de la nueva administración estadounidense.
Este enfoque en la utilización de cadetes y la posible expansión de los mandatos de las agencias de seguridad podría marcar un cambio significativo en la estrategia canadiense para proteger su frontera, mientras responde a las amenazas y desafíos que surgen en un entorno político y de seguridad cada vez más complejo.
Crédito fotográfico: Jean Levac/Postmedia/File