En un giro inesperado de los acontecimientos, la República Democrática del Congo (RDC) ha anunciado que ya no espera recibir las primeras dosis de la vacuna contra la viruela del mono esta semana. Esta noticia llega en un momento crítico, ya que el país está luchando contra una nueva variante del virus que ha comenzado a propagarse más allá de sus fronteras.
El jefe del equipo de respuesta de la RDC, Cris Kacita, informó que aún quedan varios procesos por completar antes de que las vacunas puedan llegar al país. “No. Todavía hay varios procesos que seguir,” declaró Kacita. La agencia reguladora farmacéutica congoleña necesita primero ponerse en contacto con la farmacéutica danesa Bavarian Nordic para recibir orientación antes de que las vacunas puedan ser enviadas.
Bavarian Nordic, una de las pocas empresas farmacéuticas que actualmente tiene una vacuna contra la viruela del mono disponible, informó a mediados de agosto que puede fabricar 10 millones de dosis de la vacuna para finales de 2025. La empresa también mencionó que podría suministrar hasta 2 millones de dosis este año.
La llegada de estas dosis de vacuna ayudaría a abordar una gran inequidad que dejó a los países africanos sin acceso a las dos vacunas utilizadas en un brote global de viruela del mono en 2022, mientras que las vacunas estaban ampliamente disponibles en Europa y Estados Unidos. Desde enero de 2023, ha habido más de 27,000 casos sospechosos y 1,100 muertes en la RDC, principalmente entre niños.
El ministro de salud de la RDC había anunciado el 19 de agosto que el país esperaba recibir las primeras dosis de la vacuna esta semana, tras las promesas de ayuda de Estados Unidos y Japón para combatir el brote. Sin embargo, la realidad ha demostrado ser más complicada, y la espera continúa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la viruela del mono una emergencia de salud pública global el 14 de agosto por segunda vez en dos años. Esta declaración subraya la gravedad de la situación y la necesidad urgente de una respuesta coordinada y efectiva para controlar la propagación del virus.
La situación en la RDC es un recordatorio de las desigualdades persistentes en el acceso a la atención médica y las vacunas. Mientras que los países más desarrollados han podido asegurar y distribuir vacunas rápidamente, muchas naciones africanas siguen luchando por obtener los suministros necesarios para proteger a sus poblaciones.
La comunidad internacional observa de cerca cómo se desarrollan los acontecimientos en la RDC, con la esperanza de que las vacunas lleguen pronto y ayuden a mitigar el impacto de este brote. Mientras tanto, las autoridades de salud continúan trabajando incansablemente para contener la propagación del virus y proporcionar tratamiento a los afectados.