RDC: Tropas ruandesas mueren en grandes números a pesar de las negativas oficiales de Kigali

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THE LATIN VOX (7 de febrero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz

La implicación militar de Ruanda en la República Democrática del Congo (RDC) ha dejado un rastro de muertes entre sus tropas, a pesar de las constantes negaciones oficiales del gobierno de Kigali. Fuentes militares, de inteligencia y diplomáticas aseguran que centenares de soldados ruandeses han muerto durante operaciones encubiertas en el este de la RDC, apoyando a los rebeldes del grupo M23 en su ofensiva.

Desde el reinicio de las operaciones del M23 hace tres años, las imágenes satelitales de un cementerio militar en la capital de Ruanda, Kigali, muestran que al menos 600 tumbas han sido excavadas, lo que evidencia un número significativo de bajas en las filas del Ejército de Defensa de Ruanda (RDF). Aunque las autoridades ruandesas niegan cualquier implicación en el conflicto, los informes indican que las bajas reales podrían superar los «miles», según fuentes cercanas al RDF.

Uno de los aspectos más sombríos de esta tragedia es la práctica de enterrar a algunos soldados en «tumbas masivas» dentro de la RDC, cuando no era posible repatriar sus cuerpos a Ruanda. Se informa que algunas familias recibieron ataúdes vacíos en lugar de los cuerpos de sus seres queridos. «No todos los soldados que perecieron en la RDC pudieron ser repatriados, especialmente en áreas donde había intensos combates. Algunos fueron enterrados en tumbas masivas», afirman fuentes cercanas al asunto.

El elevado número de bajas ha tenido un impacto considerable en la capacidad del sistema de salud de Ruanda, que ha tenido que construir una nueva ala en su hospital militar para manejar la creciente cantidad de muertos y heridos. Incluso la morgue del hospital está desbordada, lo que refleja la gravedad de la situación.

A pesar de las evidencias, el gobierno de Ruanda continúa rechazando cualquier acusación de que sus fuerzas estén involucradas en el conflicto del este de la RDC. Kigali ha negado sistemáticamente su apoyo a los rebeldes del M23 y no ha reconocido oficialmente las bajas en sus filas.

Sin embargo, expertos de la ONU afirman que el ejército de Ruanda tiene un control «de facto» sobre los rebeldes del M23, quienes en enero de 2024 tomaron la ciudad de Goma, la capital de la provincia de Kivu del Norte, y ahora controlan una extensa franja de territorio en la RDC que es casi la mitad del tamaño de Ruanda.

La revelación sobre las bajas militares ruandesas en la RDC pone una presión aún mayor sobre el gobierno de Kigali, que se enfrenta a un creciente clamor internacional para que aclare su implicación en el conflicto antes de una cumbre crucial entre los presidentes de Ruanda y la RDC, Paul Kagame y Félix Tshisekedi, que se celebrará este fin de semana en Dar es Salaam, Tanzania.

Las fuentes diplomáticas señalan que la magnitud de las bajas podría dañar profundamente la credibilidad del presidente Kagame. Emmanuel Ngabo, activista ruandés exiliado en Francia, que dirige la organización ARC Urunana Nyarwanda France, ha recibido informes alarmantes de padres que han perdido a sus hijos en la guerra.

Según sus testimonios, hay una fila interminable de familias esperando para enterrar a los soldados caídos, muchos de los cuales han muerto tan gravemente heridos que sus cuerpos son irreconocibles o incluso no se devuelven a sus hogares.

Las imágenes satelitales del cementerio de Kanombe, en Kigali, revelan un aumento dramático en el número de tumbas desde que comenzó el conflicto con el M23. En particular, se observan más de 500 nuevas tumbas en el sur del cementerio, lo que sugiere un elevado número de víctimas entre las filas del RDF.

El recrudecimiento de los combates en diciembre de 2024, con una ofensiva renovada del M23 y el apoyo del ejército ruandés, llevó a la toma de las ciudades de Minova y Sake, además de Goma. La ONU ha estimado que la batalla por Goma dejó al menos 2,900 muertos, reflejando la magnitud de la violencia en la región.

Con el conflicto cada vez más sangriento y las evidencias de la implicación de Ruanda en el conflicto en aumento, las presiones sobre Kigali se intensifican, mientras la comunidad internacional exige que Ruanda rinda cuentas sobre su papel en uno de los conflictos más devastadores de África.

Crédito fotográfico: REUTERS/Arlette Bashizi


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