En un movimiento que ha generado preocupación entre los expertos en defensa y los miembros del ejército, el reciente ejercicio de recorte presupuestario interno del gobierno ha dejado un hueco de $150 millones en el presupuesto destinado al mantenimiento del equipo y los vehículos del ejército. Esta medida, implementada por el Departamento de Defensa Nacional (DND), ha privado al sistema de mantenimiento del ejército de los fondos necesarios para mantener operativos sus equipos y vehículos.
El impacto de esta reducción presupuestaria es significativo. Según un comunicado del ejército, la falta de fondos ha afectado la capacidad del ejército para responder a emergencias tanto nacionales como internacionales. La capacidad de respuesta del ejército a una llamada de crisis de la OTAN o a emergencias domésticas, como los recientes incendios forestales en el oeste de Canadá, se ha visto comprometida. El teniente coronel Sandra Lévesque declaró que, a partir del 10 de junio de 2024, solo el 52% de las flotas operativas del ejército están en condiciones de servicio, lo que significa que el 48% del equipo del ejército no está en condiciones de ser utilizado.
El presupuesto total de mantenimiento y conservación del ejército para este año asciende a $586 millones. Sin embargo, esta cantidad es insuficiente para mantener la operatividad de la fuerza actual, ya que se estima que se necesitan aproximadamente $150 millones adicionales para cubrir los costos de mantenimiento y otros $260 millones para gestionar la obsolescencia y las obligaciones de gestión a largo plazo de la flota. Esta brecha de financiamiento resultará en una menor operatividad de muchas de las flotas del ejército canadiense.
El último presupuesto federal, presentado la pasada primavera en la Cámara de los Comunes, encargó al DND recortar el gasto interno en $810 millones en el año fiscal actual y en $908 millones por año a partir de 2026-27. En un mensaje interno del departamento, el entonces viceministro de defensa, Bill Matthews, y el ahora retirado jefe del estado mayor de defensa, el general Wayne Eyre, informaron al personal que los recortes se dirigirían a “actividades que tienen un historial de subejecución de sus fondos aprobados y a iniciativas que se entregarán en años futuros”.
Estos recortes han generado un debate sobre las prioridades del gobierno en materia de defensa y seguridad nacional. Mientras que algunos argumentan que los recortes son necesarios para equilibrar el presupuesto y reducir el gasto público, otros advierten que la falta de inversión en el mantenimiento del equipo militar podría poner en riesgo la capacidad del ejército para cumplir con sus obligaciones tanto en el país como en el extranjero.
Los recortes presupuestarios del gobierno han dejado un hueco significativo en el presupuesto de mantenimiento del equipo del ejército, lo que podría tener consecuencias graves para la operatividad y la capacidad de respuesta del ejército canadiense en situaciones de emergencia.