Un grupo de refugiados ucranianos que llegaron al Okanagan, una región de la provincia canadiense de Columbia Británica, hace cinco años, están recibiendo ayuda para superar el trauma que vivieron en su país de origen. Se trata de 12 familias que huyeron de la guerra entre Ucrania y Rusia, que estalló en 2014 y que ha causado más de 13.000 muertos y más de un millón de desplazados.
Los refugiados fueron acogidos por la Iglesia Ortodoxa Ucraniana de San Josafat, en Vernon, una ciudad del Okanagan, donde recibieron alojamiento, comida, ropa y asistencia legal. Sin embargo, muchos de ellos también necesitaban apoyo psicológico para afrontar el estrés postraumático, la depresión, la ansiedad y el aislamiento que sufrieron por haber dejado atrás su hogar, su cultura y sus seres queridos.
Por eso, la iglesia contactó con la Asociación Canadiense para la Salud Mental (CMHA, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro que ofrece servicios de prevención, recuperación y educación en materia de salud mental. La CMHA asignó a una trabajadora social bilingüe, Olena Kostyuk, que habla inglés y ucraniano, para que brindara terapia individual y grupal a los refugiados.
Kostyuk dijo que su trabajo consiste en escuchar las historias de los refugiados, validar sus emociones, enseñarles técnicas de relajación y autoayuda, y ayudarles a integrarse en la sociedad canadiense. También dijo que ha visto una gran mejoría en el estado de ánimo y la confianza de los refugiados, que han logrado adaptarse a su nueva vida y hacer amigos.
La CMHA dijo que el programa de apoyo a los refugiados ucranianos es el primero de su tipo en el Okanagan, y que espera poder ampliarlo a otras comunidades de refugiados que puedan necesitarlo. La iglesia dijo que está muy agradecida por la labor de la CMHA y que espera que el programa sirva de ejemplo para otras organizaciones que quieran ayudar a los refugiados.