
THE LATIN VOX (30 de Octubre del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En una decisión histórica, el Príncipe Andrés ha sido formalmente despojado de todos sus títulos reales y abandonará su residencia en Royal Lodge, según anunció Buckingham Palace. A partir de ahora, será conocido como Andrew Mountbatten Windsor.
El rey Carlos III ha iniciado el “proceso formal para retirar el estilo, los títulos y los honores del Príncipe Andrés”, una medida que, según fuentes palaciegas, contó con el respaldo del Príncipe de Gales y que Andrés no objetó.
La decisión llega en medio de la creciente preocupación por el riesgo reputacional que la monarquía británica enfrenta debido a los vínculos del príncipe con el difunto delincuente sexual Jeffrey Epstein y las acusaciones de abuso sexual de Virginia Giuffre, quien falleció en abril de este año a los 41 años.
Según extractos de sus memorias póstumas, Giuffre afirmó que Andrés “creía que tener sexo conmigo era un derecho de nacimiento”.
Andrés siempre ha negado haber tenido relaciones sexuales con Giuffre cuando ella tenía 17 años y llegó a un acuerdo civil con ella por una cifra reportada de 12 millones de libras, sin admitir responsabilidad. La familia de Giuffre señaló que hoy se siente “victoriosa” y que la verdad y el coraje extraordinario de Virginia “derrocaron a un príncipe británico”.
Buckingham Palace explicó en un comunicado que, a pesar de que Andrés sigue negando las acusaciones, “estas sanciones se consideran necesarias”. Su actual residencia en Royal Lodge le proporcionaba protección legal, pero ahora ha recibido un aviso formal para desocupar la propiedad y mudarse a otra vivienda privada en la finca Sandringham, en Norfolk, a expensas del rey.
La exesposa de Andrés, Sarah Ferguson, también dejará Royal Lodge y se encargará de sus propios arreglos de vivienda.
Entre los títulos afectados se encuentran: príncipe, duque de York, conde de Inverness y barón de Killyleagh, así como los honores de Caballero de la Orden de la Jarretera y Caballero Gran Cruz de la Orden Victoriana. No obstante, sus hijas, Beatriz y Eugenia, conservarán sus títulos según el derecho establecido en 1917.
La medida se produce después de que el 17 de octubre Andrés anunciara voluntariamente que dejaría de usar el título de duque de York y renunciaría a sus honores reales. Sin embargo, los diputados solicitaron que la retirada de títulos se realizara formalmente. El comité de cuentas públicas incluso pidió información al Tesoro y a la Corona sobre los términos de su residencia en la lujosa propiedad de 30 habitaciones y el simbólico pago de alquiler.
Expertos legales y constitucionales participaron en el proceso para garantizar que la decisión tuviera un respaldo sólido. Aunque la abolición del ducado de York podría requerir una ley parlamentaria, el rey optó por no involucrar al parlamento en este asunto, priorizando otros temas de urgencia nacional.
La familia de Giuffre declaró a la BBC: “Hoy, una joven estadounidense de una familia común derribó a un príncipe británico con su verdad y su extraordinario coraje. Virginia nunca dejó de luchar por la rendición de cuentas y hoy declara una victoria”.
Las acusaciones sostienen que Andrés abusó de Giuffre en tres ocasiones: en Londres, en Nueva York y en la isla privada de Epstein, Little St. James. El príncipe ha negado categóricamente todos los cargos, pero su posición en la familia real ha quedado irremediablemente afectada.
El anuncio marca un hito en la historia reciente de la monarquía británica y subraya la creciente presión sobre la institución para enfrentar escándalos que amenacen su reputación global.
Crédito fotográfico: The Mirror (UK)