THE LATIN VOX (22 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
El Príncipe de Gales ha cedido ante las presiones sociales y políticas para eliminar las últimas restricciones feudales sobre la propiedad en las tierras heredadas del Ducado de Cornwall, poniendo fin a un sistema que durante siglos ha afectado a los inquilinos en algunas de las áreas más sensibles del Reino Unido.
Tras décadas de quejas por parte de los residentes, especialmente en las zonas de Dartmoor y Newton St Loe, el heredero al trono ha decidido permitir que los inquilinos de estas áreas adquieran el dominio completo de sus propiedades. Esta medida, que será implementada bajo la Ley de Reforma de Arrendamientos y Propiedades de 2024, representa un avance significativo en la modernización de un sistema feudal que hasta ahora ha permitido que las propiedades sigan bajo el control del Ducado.
Un paso hacia la modernización
La decisión de Prince William afectará a los inquilinos de dos de las áreas más protegidas y ambientalmente sensibles de su vasto Ducado de Cornwall, que abarca unas 55,000 hectáreas (135,000 acres) en 23 condados de Inglaterra. En particular, los residentes de Dartmoor, uno de los parques nacionales más emblemáticos del país, y de Newton St Loe, un pintoresco pueblo cerca de Bath, podrán por fin adquirir la propiedad plena de sus viviendas, un derecho que hasta ahora les había sido denegado.
La reforma también permitirá a los arrendatarios en las Islas Scilly, un archipiélago frente a la costa de Cornualles, extender sus arrendamientos a 990 años, aunque sin la posibilidad de obtener la propiedad completa. Sin embargo, el Ducado de Cornwall se reserva el derecho de recomprar las propiedades si lo considera necesario para gestionar la oferta de viviendas en las islas, una medida que ha sido comparada con los derechos de recompra aplicados en más de 5,000 propiedades gestionadas por el National Trust.
La presión política y social
El Ducado de Cornwall, creado en 1337, ha sido históricamente una fuente de ingresos para la familia real, pero sus complejas leyes de arrendamiento han sido motivo de críticas constantes. Durante años, los inquilinos han denunciado lo que consideran prácticas injustas, como el cobro de alquileres de terrenos excesivamente altos, la negativa a extender los arrendamientos y los costos prohibitivos asociados con estas decisiones. A pesar de los intentos previos de reforma, el Ducado se había resistido a alinearse con las leyes de propiedad de otras partes de Gran Bretaña, argumentando que la naturaleza ambiental y histórica de las tierras lo justificaba.
El Príncipe Charles, antes de abdicar como Príncipe de Gales, ya había intentado mantener ciertas excepciones en estos terrenos, pero la presión tanto de la administración conservadora saliente como del nuevo gobierno laborista ha logrado que Prince William adopte finalmente una postura más conciliatoria, buscando modernizar la estructura legal de estas propiedades feudales.
Reacciones de los inquilinos y críticos
La reacción de los inquilinos ha sido en su mayoría positiva, aunque cautelosa. Alan Davis, propietario de una vivienda en la isla de St. Mary’s en las Islas Scilly, expresó su satisfacción con la posibilidad de extender su arrendamiento a 990 años, siempre y cuando los costos no sean excesivos y se respeten los términos de recompra.
Davis, de 82 años, ha sido uno de los críticos más abiertos del Ducado, acusando a la familia real de lucrarse de las islas sin ofrecer compensación justa a los residentes. Según sus declaraciones, los arrendatarios pagan por el mantenimiento de sus propiedades, mientras que el Ducado continúa cobrando rentas anuales de entre £1,500 y £7,000 sin contribuir a las mejoras.
El portavoz del Ducado defendió la decisión afirmando que las Islas Scilly tienen una «composición comunitaria y económica única», debido a su lejanía del continente y la limitada disponibilidad de tierra. Además, aseguró que están comprometidos a cumplir con las obligaciones establecidas por la Ley de Reforma de Arrendamientos, al mismo tiempo que continúan analizando las implicaciones de la nueva legislación.
Un cambio histórico
Este movimiento del Príncipe William marca un cambio importante en la administración del Ducado de Cornwall y subraya la creciente presión por parte de los ciudadanos y las autoridades para que las propiedades heredadas por la monarquía se modernicen. La reforma promete mejorar la calidad de vida de los residentes de estas zonas históricas y sensibles desde el punto de vista ambiental, aunque algunos críticos insisten en que aún queda trabajo por hacer, especialmente en las Islas Scilly.
A medida que la legislación secundaria se introduce en 2024, se espera que el Ducado continúe enfrentando un escrutinio público sobre cómo implementará las nuevas reformas y cómo equilibrará los intereses de la familia real con los derechos de los arrendatarios.
Sin embargo, la decisión de Prince William de permitir la compra de propiedades en Dartmoor y Newton St Loe es vista como un paso significativo hacia la modernización y la equidad en el sistema feudal que ha perdurado durante siglos en el Reino Unido.
Crédito fotográfico: NBC News