Reino Unido y Canadá bajo fuego interno tras reconocer oficialmente al Estado de Palestina

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THE LATIN VOX (22 de septiembre de 2025).- Por Daniela Medina. 

Las recientes decisiones de Reino Unido, Canadá y otros países aliados de reconocer formalmente al Estado de Palestina han provocado una ola de críticas domésticas, tanto políticas como sociales, que tensan aún más un panorama diplomático ya cargado. Mientras los gobiernos defienden que se trata de un paso necesario para revivir la posibilidad de una paz basada en la solución de dos estados, opositores cuestionan su oportunidad, resaltan riesgos de legitimar el terrorismo, y denuncian que el reconocimiento podría actuar como gesto simbólico sin consecuencias prácticas reales en Gaza ni para los rehenes.

Qué cambios se anunciaron

  • El 21 de septiembre de 2025, Reino Unido, Canadá y Australia hicieron público que reconocen al Estado de Palestina como una entidad estatal independiente. Esta medida viene en medio del prolongado conflicto en Gaza, la fuerte crisis humanitaria que ha generado muertes masivas, desplazamientos internos y críticas internacionales por la expansión de colonias israelíes en territorios ocupados.
  • En Canadá, el primer ministro Mark Carney declaró que el reconocimiento se funda en la idea de “preservar la posibilidad de una solución de dos Estados”, y acusó a la expansión de asentamientos y otras acciones israelíes de erosionar ese horizonte.
  • En el Reino Unido, el primer ministro Keir Starmer, enfrentando presiones dentro de su propio partido, sostuvo que reconocer Palestina era moralmente necesario, que buscaba devolver esperanza al proceso de paz.

Críticas internas: los reclamos centrales

En Canadá

  • Un grupo llamado Hostages and Missing Families Forum ha sido particularmente vocal. Sus miembros critican lo que llaman “reconocimiento incondicional” de Palestina mientras aún hay 48 rehenes (israelíes) retenidos por Hamas en Gaza. Afirman que reconocer un Estado sin asegurar el retorno de todos los secuestrados constituye un “fracaso político, moral y diplomático”.
  • Familiares de víctimas canadienses de ataques de Hamas aseguran que la decisión “embelesa” a Hamas, valida su brutalidad, y manda un mensaje devastador: que el sufrimiento de quienes han perdido seres queridos puede ignorarse en aras de gestos diplomáticos.

En el Reino Unido

  • Partidos de oposición conservadores, figuras en el Partido Conservador y ciertos miembros del parlamento han acusado a Starmer de actuar precipitadamente, sin condiciones realistas, y de fomentar división interna. Uno de los reproches es que el reconocimiento no ofrece garantías sobre cómo se resolverán temas clave como fronteras definitivas, seguridad ni la gobernanza palestina.
  • Comunidad judía británica y grupos pro-Israel han expresado su profundo descontento, argumentando que el reconocimiento prematuro podría legitimar a Hamas, empeorar el sufrimiento de rehenes, y debilitar la posición negociadora de Israel. También se señalan riesgos de mayor polarización social, aumento de tensiones diplomáticas y relaciones bilaterales complicadas.

Defensa gubernamental: justificaciones y promesas

  • Tanto Carney como Starmer han recalcado que el reconocimiento no es un premio para Hamas, ni una implicación de que ese grupo tenga rol alguno en el gobierno palestino. Ambos gobiernos subrayan que la Autoridad Palestina ha hecho compromisos preliminares: reformas, elecciones previstas para 2026, medidas de transparencia y anticorrupción, y un camino hacia un Estado desmilitarizado si se cumplen esos requisitos.
  • Además, los mandatarios han argumentado que la situación en Gaza la muerte, desplazamientos, destrucción de infraestructura, crisis humanitaria ha alcanzado niveles intolerables, y que quedarse estáticos sería permitir que la posibilidad de paz por dos Estados se esfume.

Riesgos y posibles consecuencias

  1. Diplomáticos: Israel ha condenado el reconocimiento como ilegítimo, señalando que legitimar un Estado palestino sin definir fronteras ni condiciones reales de gobernanza es unilateral y desestabilizador. Netanyahu lo tildó de “recompensa al terrorismo”.
  2. Seguridad de los rehenes: Grupos pro-Israel advierten que reconocer al Estado antes de garantizar el retorno de los rehenes podría debilitar los incentivos diplomáticos para negociaciones centradas en ese punto crítico.
  3. Polarización interna: En ambos países, este reconocimiento ha cupido generar tensiones políticas internas entre partidos, dentro de partidos propios, en comunidades que se sienten afectadas por la guerra, la religión o afiliaciones culturales lo que puede debilitar consenso político y agudizar divisiones.
  4. Impacto real vs simbólico: Muchas críticas señalan que el acto es fundamentalmente simbólico: reconocimiento diplomático sin cambios inmediatos sobre el terreno. Se cuestiona si podrá cambiar algo mientras las hostilidades persistentes, los asentamientos crezcan, y no haya un proceso tangible de paz con Israel, seguridad para las fronteras, instituciones palestinas fuertes, ni claridad sobre el estatuto de Jerusalén.

Reacciones internacionales y próximas señales

  • Francia y Portugal están entre los países que podrían sumarse al reconocimiento, lo que convertiría esto en parte de un viraje más amplio en la política internacional hacia Gaza y Palestina.
  • Expertos de relaciones internacionales advierten que los próximos pasos serán determinantes: si estos reconocimientos van acompañados de medidas diplomáticas concretas por ejemplo, presiones políticas, sanciones, apoyo humanitario reforzado podrían tener impacto real. Sin eso, corre el riesgo de quedarse en una declaración sin poder práctico.

Reflexión final

El reconocimiento del Estado de Palestina por parte de Reino Unido, Canadá y Australia representa un punto de inflexión diplomático. No obstante, la reacción interna ilustra cuán divisible és la política exterior en democracias modernas: el acto puede ser aplaudido como un gesto moral y necesario para preservar la esperanza en la paz, o criticado como símbolo prematuro, sin estrategia clara, que puede generar más riesgos que certezas.

Los líderes que promovieron el reconocimiento lo hacen en medio de una crisis humanitaria profunda, con una base ciudadana presionando por justicia, dignidad y soluciones políticas. Pero también enfrentan exigencias de responsabilidad: cómo proteger a los rehenes, cómo garantizar seguridad, cómo convertir lo simbólico en acciones reales, cómo evitar efectos contraproducentes.

En últimas, este episodio no es solo uno más en la larga historia del conflicto israelo-palestino: es una prueba de hasta qué punto los gobiernos deben equilibrar lo ético, lo simbólico y lo pragmático. Y de si reconocer un Estado puede ser más que firmar una declaración, si puede abrir puertas reales hacia paz, seguridad y reparación.

Fuente: www.timesofisrael.com

Foto: Google fotos


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