
THE LATIN VOX (22 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La tensión en el este de Europa se disparó este lunes después de que Polonia y el Reino Unido advirtieran que están dispuestos a derribar aviones rusos que ingresen en el espacio aéreo de la OTAN sin autorización, tras una serie de incursiones que han alarmado a los países fronterizos con Rusia.
En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU convocada por Estonia, el ministro de Exteriores polaco, Radosław Sikorski, lanzó una advertencia directa: “Si otro misil o aeronave entra en nuestro espacio sin permiso, deliberadamente o por error, y es derribado, que nadie venga a quejarse. La responsabilidad será de Rusia”.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, fue incluso más explícito: “Tomaremos la decisión de derribar cualquier objeto volador que viole nuestro territorio. No habrá debate sobre esto”.
El viernes, Estonia denunció la incursión de tres cazas rusos MiG-31 que permanecieron 12 minutos en su espacio aéreo antes de retirarse. A ese episodio se suman la entrada de 20 drones rusos en Polonia a comienzos de mes —abatidos por aviones de la OTAN— y otra violación del espacio aéreo rumano. Los incidentes, percibidos como pruebas de los compromisos de defensa de la Alianza Atlántica, han encendido las alarmas en toda la región.
El ministro de Exteriores danés, Lars Løkke Rasmussen, advirtió que Moscú actúa “con impunidad en Ucrania, el mar Báltico, el mar Negro y en toda Europa del Este”. Y añadió: “Los vecinos de Rusia temen, con razón, que ellos puedan ser los siguientes”.
Estonia presentó ante el Consejo de Seguridad imágenes de radar y fotografías de los aviones rusos con misiles, alegando pruebas “claras” de violación de su soberanía. Moscú lo negó de inmediato. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó las acusaciones de “infundadas” y parte de una “estrategia irresponsable de escalada”.
Las potencias occidentales respaldaron sin matices a Varsovia y Tallin. La ministra británica de Exteriores, Yvette Cooper, subrayó: “Estamos listos para dar todos los pasos necesarios para defender el cielo y el territorio de la OTAN. Si debemos confrontar aviones que operan sin permiso en nuestro espacio, lo haremos”.
Desde Washington, el embajador estadounidense ante la ONU, Mike Waltz, trató de calmar los temores europeos: “Defenderemos cada centímetro del territorio de la OTAN. Rusia debe detener urgentemente este comportamiento peligroso”.
Mientras tanto, en Moscú, Vladímir Putin envió un mensaje ambiguo: por un lado, dijo que quiere evitar “provocar una nueva carrera armamentista”; por otro, advirtió que Rusia es “capaz de responder a cualquier amenaza con medidas técnico-militares”.
El equilibrio entre disuasión y escalada se vuelve cada vez más precario. En Europa del Este, la sensación predominante es que Moscú está tanteando los límites de la OTAN. La pregunta que queda en el aire es si la próxima incursión desencadenará una respuesta militar con consecuencias imprevisibles.
Crédito fotográfico: Yuki Iwamura/AP