THE LATIN VOX (4 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
A partir del 17 de julio, los restaurantes de Quebec podrán imponer una penalización de hasta 10 dólares por persona a los clientes que no se presenten a su reserva sin previo aviso.
Esta medida, anunciada ayer por los ministros Simon Jolin-Barrette, de Justicia, y Christopher Skeete, delegado a la Economía, tiene como objetivo frenar el creciente fenómeno de las «reservas fantasma» que afecta a los establecimientos de restauración.
En una economía donde la competencia en la industria gastronómica es feroz, los «no-shows» (clientes que no se presentan a sus reservas sin cancelar previamente) se han convertido en un problema cada vez más común. Este comportamiento ha generado grandes pérdidas económicas para los restaurantes, que a menudo se quedan con mesas vacías que pudieron haber sido ocupadas por otros comensales.
Según la Asociación Restauration Québec, este fenómeno está costando, en promedio, 49.000 dólares a cada restaurante por año.
¿Cómo funcionará la nueva medida?
La penalización de 10 dólares será aplicable bajo ciertas condiciones. En primer lugar, el establecimiento deberá informar a los clientes, al momento de hacer la reserva, que se aplicarán cargos si no se presentan. Además, la reserva debe ser para al menos dos personas y el restaurante debe confirmar la reserva con el cliente entre 6 y 48 horas antes de la hora acordada.
La medida permite que los clientes puedan cancelar sus reservas fácilmente en todo momento a través de medios tecnológicos, como aplicaciones móviles o sitios web. Si el cliente se presenta para la reserva, no se aplicará ningún cargo. Sin embargo, si ningún miembro del grupo se presenta en la hora acordada, el restaurante podrá cobrar la penalización correspondiente.
Es importante destacar que los cargos no se aplicarán si el cliente cancela su reserva con al menos tres horas de antelación.
Un problema en crecimiento
El fenómeno de las reservas fantasma ha ido en aumento en los últimos años, impulsado, en parte, por el uso generalizado de plataformas de reservas en línea. Muchos comensales, tras hacer una reserva, simplemente deciden no acudir, sin ninguna consecuencia inmediata, lo que afecta a la planificación de los restaurantes.
Según Jolin-Barrette, esta nueva medida tiene como fin garantizar que los clientes se comprometan con sus reservas y no dejen vacías las mesas que otros podrían haber ocupado. “Este nuevo marco de referencia es una oportunidad para recordar que, si no puedes honrar tu reserva, lo más sencillo y respetuoso es cancelarla», comentó el ministro de Justicia en un comunicado.
Impacto en la industria gastronómica
Aunque algunos restauradores ya aplicaban penalizaciones por las reservas no presentadas, las reglas no estaban estandarizadas, lo que generaba confusión y, en ocasiones, tarifas desproporcionadas. La nueva normativa busca evitar que los restaurantes cobren sanciones desmedidas y asegurarse de que los clientes tengan formas sencillas de cancelar sus reservas.
Para algunos restauradores, la medida representa una solución a un problema que afecta directamente su flujo de ingresos. Por ejemplo, en restaurantes de alto nivel donde las reservas son esenciales para asegurar un servicio adecuado y predecir las necesidades de cocina, la falta de clientes puede tener un impacto devastador en las finanzas.
Un paso hacia la modernización
Además de resolver un problema económico, esta medida también tiene implicaciones en términos de la digitalización y la modernización de la experiencia gastronómica en Quebec.
El uso de plataformas tecnológicas para gestionar reservas y cancelaciones se vuelve crucial en un mercado cada vez más dependiente de la inmediatez y la flexibilidad.
Los clientes ahora tienen la responsabilidad de ser más conscientes de su compromiso, pero al mismo tiempo, los restaurantes deben ofrecer procesos de cancelación claros y accesibles.
Reacciones del sector
El anuncio ha sido recibido con una mezcla de apoyo y cautela en la industria restaurantera. Muchos propietarios de restaurantes consideran que la penalización será una herramienta útil para mitigar las pérdidas derivadas de los «no-shows». Sin embargo, algunos también advierten que las políticas deben ser manejadas con cuidado para evitar que los clientes se sientan desincentivados a hacer reservas en el futuro.
“Es un buen paso hacia la profesionalización del sector”, afirmó Stéphane Massé, dueño de un restaurante en Montreal. “Pero tendremos que ver cómo se implementa en la práctica y si los comensales reaccionan positivamente ante la posibilidad de ser penalizados”.
Por otro lado, representantes de la industria del turismo y la hospitalidad han señalado que la medida es solo un primer paso en un enfoque más amplio para mejorar la sostenibilidad del sector, que sigue enfrentando dificultades tras los años de incertidumbre económica provocada por la pandemia de COVID-19.
Un cambio necesario
El sector de la restauración en Quebec está en una etapa crítica. Las pérdidas económicas derivadas de las reservas no cumplidas son un claro indicio de que el sistema actual necesita ajustes. Con esta nueva penalización, el gobierno de Quebec no solo busca equilibrar las finanzas de los restaurantes, sino también fomentar un mayor sentido de responsabilidad entre los comensales.
Mientras tanto, los clientes deberán estar más atentos a sus reservas, recordando que la cortesía y la responsabilidad de cancelar una mesa cuando no puedan asistir no solo beneficia al restaurante, sino también al resto de los comensales que podrían haber disfrutado de esa mesa.
A partir del 17 de julio, la ecuación entre oferta y demanda en los restaurantes de Quebec cambiará, y será interesante ver cómo los comensales y los restauradores se adaptan a este nuevo entorno regulatorio.
Fuente: The Canadian Press
Crédito fotográfico: Canada’s 100 Best Restaurants