Rusia acusa a Europa de bloquear la paz en Ucrania mientras Washington insiste en mantener abiertos los canales diplomáticos

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THE LATIN VOX (25 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

El conflicto en Ucrania sigue en un punto muerto diplomático. Ayer domingo, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acusó a los principales líderes europeos de “no querer la paz”, mientras elogió los esfuerzos del presidente estadounidense Donald Trump para poner fin a la guerra.

En paralelo, el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, aseguró que Washington “seguirá intentando” abrir espacio a las negociaciones.

Las declaraciones de Lavrov se produjeron en una entrevista con la cadena NBC, marcada por momentos tensos, en la que negó que Rusia haya atacado deliberadamente objetivos civiles en Ucrania. “Queremos la paz en Ucrania. El presidente Trump quiere la paz en Ucrania. La reacción de los líderes europeos después de la reunión de Anchorage indica que ellos no la quieren”, afirmó, en referencia al reciente encuentro en Alaska entre Trump y Vladímir Putin.

Aunque la cumbre no produjo ni un alto el fuego ni un acuerdo para una reunión directa entre Putin y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el Kremlin la presentó como un triunfo político. Para Lavrov, Trump ha demostrado estar “por encima” de Emmanuel Macron, Friedrich Merz, Keir Starmer y Ursula von der Leyen, quienes visitaron Washington días después para reafirmar su apoyo a Kiev.

La tensión con Europa y la presión sobre Ucrania

Los líderes europeos han reiterado en los últimos días que ofrecerán garantías de seguridad a Ucrania, una medida que Moscú rechaza de plano si incluye tropas extranjeras en territorio ucraniano. Lavrov volvió a exigir que Kiev renuncie a Crimea y a las regiones del Donbás y del sur del país ocupadas desde 2022, como condición para cualquier acuerdo.

“En Crimea decidieron que pertenecen a la cultura rusa”, insistió, citando el referéndum de 2014 que la mayoría de la comunidad internacional considera ilegal.

Vance: avances, pero sin resultados inmediatos

En la misma jornada, JD Vance, vicepresidente de Estados Unidos, participó en el mismo programa televisivo y reconoció que el camino hacia la paz será largo y complejo. “Las negociaciones históricamente avanzan con altibajos. No creo que esto vaya a resolverse de la noche a la mañana”, advirtió.

Aun así, destacó que Moscú habría hecho concesiones inéditas desde el inicio de la guerra: “Han reconocido que no podrán instalar un régimen títere en Kiev y que habrá garantías de seguridad para la integridad territorial de Ucrania”.

Vance aseguró que Washington seguirá presionando para sentar a Zelenski y Putin en la mesa de diálogo, aunque subrayó que cualquier sanción adicional contra Moscú se evaluará “caso por caso”.

Guerra de narrativas

Mientras Lavrov negó que Rusia bombardee hospitales, escuelas o iglesias, responsabilizando a Ucrania de atacar a su propia población, la Casa Blanca y congresistas estadounidenses insisten en lo contrario. El senador demócrata Chris Coons advirtió en CNN: “Putin no se detendrá hasta que lo detengamos”.

La pugna diplomática refleja la creciente división entre los intentos de Trump de posicionarse como mediador y la firmeza europea frente a Moscú. El tablero sigue abierto: Rusia insiste en que “Ucrania tiene derecho a existir”, pero condicionado a ceder parte de su territorio; Europa mantiene su apoyo a Kiev; y Estados Unidos busca un equilibrio entre presionar a Moscú y sostener el rol de Trump como interlocutor.

Por ahora, la guerra entra en su cuarto año con el frente militar estancado y el frente diplomático atrapado en un juego de acusaciones y gestos políticos que parecen alejar, más que acercar, la posibilidad de una paz duradera.

Crédito fotográfico: RUSSIAN FOREIGN MINISTRY | Credit: via REUTERS


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