Rusia bombardea Ucrania mientras Kyiv ataca Kursk

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FOTO: REUTERS

En una muestra de represalia, Rusia ha intensificado sus ataques aéreos sobre Ucrania en respuesta a la audaz incursión de Kyiv en la región occidental rusa de Kursk. Este asalto, que comenzó a principios de agosto, ha resultado en la aparente toma de control de más de 1,000 kilómetros cuadrados (386 millas cuadradas) de territorio ruso.

La ofensiva rusa, descrita como colosal, ha involucrado el lanzamiento de 127 misiles y 109 drones que atacaron 15 de las 24 regiones de Ucrania. Los ataques comenzaron en la oscuridad previa al amanecer, con enjambres de drones pesados cargados de explosivos despegando desde la ciudad de Yeisk, en el suroeste de Rusia. Posteriormente, misiles balísticos Kinzhal fueron lanzados desde aviones de combate MiG 31 estacionados en la ciudad rusa de Lipetsk.

El general teniente Ihor Romanenko, exsubjefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, comentó que el presidente ruso Vladimir Putin es una persona vengativa y que se sintió ofendido por la incursión de Kyiv. Este sentimiento de venganza ha llevado a una escalada significativa en la intensidad y frecuencia de los ataques rusos.

Los misiles Kinzhal, capaces de maniobrar en vuelo y alcanzar velocidades de hasta 4 km por segundo, fueron seguidos por bombarderos pesados Tu-95 que lanzaron misiles Kh-101 desde la región de Volgogrado. Estos misiles, a pesar de su velocidad subsónica, son difíciles de interceptar debido a su capacidad para volar a solo 50 metros sobre el suelo y zigzaguear hacia sus objetivos.

Además, misiles balísticos Iskander fueron disparados desde la región occidental de Voronezh y la anexionada Crimea. La magnitud de estos ataques ha sido mayor de lo habitual, despertando a los residentes con el sonido de las sirenas de ataque aéreo y los estruendos de los sistemas de defensa aérea.

Anatoly Dmitruk, un trabajador de mantenimiento ferroviario, describió cómo los ataques lo despertaron a pesar de usar tapones para los oídos. “Me di cuenta de que este ataque era más grande de lo habitual”, comentó Dmitruk, quien se refugió en el pasillo de su casa siguiendo la regla de “estar entre dos paredes”.

La incursión de Kyiv en Kursk ha sido vista como un intento de detener la ofensiva rusa en la región del Donbás y ganar ventaja en posibles futuras negociaciones de paz. Sin embargo, Putin ha prometido una “respuesta digna” a esta incursión, acusando a Ucrania de intentar socavar la estabilidad rusa.

La situación en la planta nuclear de Kursk también ha generado preocupación. Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), advirtió sobre el riesgo de un accidente nuclear debido a la proximidad de la planta a los combates. La planta, que carece de una cúpula protectora, es vulnerable a impactos de misiles, drones y artillería.

En resumen, la escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania ha llevado a una intensificación de los ataques y a una creciente preocupación internacional por la seguridad nuclear. La comunidad global observa con atención mientras ambos países continúan en un camino de confrontación y represalias.


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