Rusia: El Kremlin da la bienvenida a la “posición más equilibrada” de EE. UU. sobre Ucrania tras la votación en la ONU

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THE LATIN VOX (26 de febrero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

El Kremlin expresó su satisfacción por lo que calificó como una postura «mucho más equilibrada» de Estados Unidos en relación con el conflicto de Ucrania, después de que la administración de Donald Trump lograra aprobar una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que no incluía críticas hacia Rusia.

Esta resolución, que se aprobó el lunes por la noche, marcó un cambio notable en la política de Washington sobre la guerra, adoptando un tono neutral en comparación con el firme apoyo brindado anteriormente a Ucrania por la administración Biden.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, celebró la resolución y afirmó que esta reflejaba la disposición de Washington a buscar una solución pacífica al conflicto. Moscú respaldó la propuesta, aunque los países europeos se abstuvieron de votar, lo que subraya una creciente fractura entre Estados Unidos y sus aliados en Europa.

Este hecho se convierte en una señal de las tensiones internas dentro de la alianza transatlántica, especialmente mientras los países de la UE se distancian cada vez más de la postura estadounidense.

La resolución presentada por EE. UU. fue breve, de solo tres párrafos, y conmemoró el tercer aniversario de la invasión rusa a Ucrania. En ella, Washington adoptó una posición neutral sobre la guerra y pidió un “fin rápido” del conflicto y una “paz duradera”, un giro en su enfoque, ya que la administración de Biden había sido firme en su apoyo a Ucrania.

En contraste, la resolución de EE. UU. no pedía un alto al fuego ni ninguna acción concreta, lo que generó inquietud entre los aliados europeos que consideran que la medida era demasiado vaga. La embajadora del Reino Unido ante la ONU, Barbara Woodward, expresó que, aunque Londres compartía la «ambición de encontrar un fin duradero para esta guerra», consideraba que no debía haber “equivalencia entre Rusia y Ucrania” en la resolución, lo que llevó al Reino Unido a no apoyar el texto.

Este fue el primer proyecto de resolución aprobado en el Consejo de Seguridad de la ONU durante la guerra. Dado que Rusia posee derecho a veto, la resolución fue el resultado de un complicado proceso diplomático, y no abordó cuestiones cruciales como el cese al fuego ni las sanciones contra Moscú.

Sin embargo, el mismo día, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución respaldada por Ucrania y la UE, que condenó a Rusia como el agresor en el conflicto y pidió la retirada de las tropas rusas de Ucrania. Aunque las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes, sí reflejan el consenso global sobre un tema y tienen un peso diplomático significativo.

Mientras tanto, la postura de Estados Unidos ha generado crecientes tensiones dentro de la OTAN. Los aliados europeos se han mostrado cada vez más reacios a seguir el liderazgo estadounidense, con figuras como el futuro posible canciller alemán, Friedrich Merz, sugiriendo que Europa debería buscar mayor independencia de Estados Unidos. En un contexto de creciente distanciamiento, la relación transatlántica podría verse afectada por las nuevas dinámicas de poder en la región.

El cambio en la postura de Washington también se refleja en las recientes declaraciones de Donald Trump. En una entrevista, el presidente estadounidense afirmó que estaba en conversaciones «serias» con el presidente ruso Vladimir Putin para poner fin a la guerra y explorar «grandes transacciones económicas» entre ambos países. «Las conversaciones están avanzando muy bien», dijo Trump, lo que sugiere que su enfoque hacia el conflicto en Ucrania es cada vez más pragmático, con un énfasis en los intereses económicos y estratégicos de EE. UU.

En cuanto a la resolución en la ONU, aunque no fue un gran triunfo para Ucrania, marca un cambio importante en la diplomacia global, con Estados Unidos adoptando una postura más moderada y Rusia celebrando este nuevo giro en la política de Washington.

La abstención de los países europeos y la oposición de las principales potencias occidentales, como el Reino Unido, reflejan el profundo desacuerdo sobre cómo manejar el conflicto en Ucrania y las tensiones crecientes en el seno de la OTAN.

Este cambio en la postura de EE. UU. podría tener un impacto duradero en la política internacional y en las relaciones de poder entre las naciones, ya que tanto Rusia como los aliados occidentales se ven obligados a adaptarse a un escenario geopolítico en constante evolución. Mientras tanto, el futuro de Ucrania sigue siendo incierto, y las decisiones que tomen los actores internacionales en las próximas semanas serán clave para el desarrollo del conflicto.

Crédito fotográfico: ONU/UN


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