THE LATIN VOX (30 de agosto del 2025).- Por Daniela Medina.
La guerra en Ucrania entró en una nueva fase de escalada este viernes, luego de que Rusia lanzara un ataque aéreo masivo sobre varias ciudades ucranianas, mientras Kyiv intensificó su estrategia de represalias al dirigir misiles contra refinerías de petróleo rusas, en un esfuerzo por debilitar la maquinaria de guerra del Kremlin y presionar la economía energética del país.
El ataque ruso: Ciudades bajo fuego
Según las autoridades ucranianas, decenas de misiles y drones de fabricación iraní Shahed fueron disparados contra infraestructuras estratégicas y zonas residenciales en la madrugada.
Kyiv, Járkov, Dnipró y Odesa reportaron múltiples explosiones, cortes de energía y daños a edificios civiles. El Ministerio del Interior de Ucrania confirmó víctimas fatales en al menos tres regiones, así como decenas de heridos, muchos de ellos alcanzados por la caída de escombros tras la activación de los sistemas de defensa aérea.
“Ha sido una de las noches más largas desde el inicio de la invasión”, declaró el alcalde de Kyiv, Vitali Klitschko, quien informó que más del 80 % de los misiles fueron interceptados, aunque algunos lograron impactar instalaciones críticas de distribución eléctrica y ferroviaria.
La respuesta de Kyiv: Refinerías en la mira
Paralelamente, fuentes ucranianas confirmaron que drones de largo alcance alcanzaron al menos dos refinerías de petróleo en la región occidental de Rusia, incluida una instalación clave en Briansk y otra en Kursk. Los ataques provocaron incendios de gran magnitud y obligaron a suspender temporalmente la producción en estas plantas, lo que podría afectar el suministro energético de varias zonas industriales rusas.
El Ministerio de Defensa de Ucrania defendió la operación, calificándola como una respuesta legítima a los “ataques indiscriminados contra civiles” y subrayando que su objetivo es limitar la capacidad de Moscú de financiar y mantener la guerra.
Moscú endurece el discurso
El Kremlin reaccionó con dureza a los ataques contra sus refinerías. El portavoz Dmitri Peskov advirtió que las acciones ucranianas “no quedarán sin respuesta” y acusó a Kyiv de “buscar una escalada peligrosa con respaldo occidental”.
La cancillería rusa también denunció la participación indirecta de Estados Unidos y la Unión Europea, alegando que los drones empleados por Ucrania habrían sido desarrollados con tecnología occidental.
Impacto energético y económico
Los ataques a las refinerías rusas llegan en un momento crítico para Moscú, que depende en gran medida de la exportación de petróleo y gas para sostener su economía y financiar la ofensiva militar. Expertos señalan que, aunque los daños inmediatos podrían ser limitados, la repetición de estas operaciones pone en riesgo la estabilidad de la industria energética rusa y podría generar un repunte en los precios internacionales del crudo.
Por su parte, Ucrania continúa enfrentando la devastación de su red eléctrica, ya gravemente dañada tras los ataques del invierno pasado, lo que alimenta temores de una crisis humanitaria a medida que se acerca otra temporada de frío.
Reacciones internacionales
La OTAN y la Unión Europea condenaron los bombardeos masivos rusos contra ciudades ucranianas, reiterando su apoyo militar y financiero a Kyiv. Washington anunció un nuevo paquete de ayuda que incluiría sistemas de defensa aérea adicionales y municiones de largo alcance.
China y Turquía, en cambio, instaron a la “moderación” y a evitar una escalada que pueda extender el conflicto más allá de las fronteras ucranianas.
Una guerra que se intensifica
Analistas militares coinciden en que la dinámica de la guerra se encuentra en un punto de no retorno. Mientras Rusia busca desgastar a Ucrania con ataques a gran escala contra infraestructuras críticas, Kyiv apuesta por trasladar el costo de la guerra a territorio ruso, golpeando su economía energética y generando incertidumbre en la población civil.
“Estamos ante un conflicto que ya no se limita al frente de batalla, sino que se libra también en los cielos, en las refinerías, en los sistemas de energía y en la moral de las naciones”, explicó el experto en seguridad europea Michael Kimmage.
El futuro inmediato
Con el invierno acercándose y la posibilidad de más cortes de energía en Ucrania, la presión sobre la comunidad internacional para reforzar la ayuda humanitaria y militar será cada vez mayor. Mientras tanto, Rusia parece decidida a redoblar su ofensiva y Ucrania, a demostrar que puede golpear el corazón de la economía de su adversario.
La guerra, que entró en su cuarto año, muestra así que lejos de agotarse, se intensifica en un juego peligroso de represalias que podría tener repercusiones mucho más allá de las fronteras de Europa del Este.
Fuente: BBC News
Foto: es.euronews.com