El veto de Rusia puso fin a la supervisión de las sanciones de la ONU contra Corea del Norte debido a su programa nuclear. El Consejo de Seguridad de la ONU había propuesto extender el mandato de un grupo de expertos que monitorean las sanciones durante un año, pero ahora su operación se detendrá cuando expire su mandato actual a fines de abril. Aunque el veto no afecta las sanciones reales contra Corea del Norte, que siguen en vigor, refleja la creciente animosidad de Moscú hacia Estados Unidos y sus aliados occidentales.
Rusia acusó al panel de expertos de estar «reduciendo su capacidad para evaluar con sobriedad el estado del régimen de sanciones» y de jugar en manos de enfoques occidentales. Mientras tanto, Estados Unidos considera el trabajo del panel esencial y advierte que el veto ruso podría alentar a Corea del Norte a seguir desarrollando misiles balísticos de largo alcance y evadir sanciones.