En un movimiento que ha generado controversia y debate, el gobierno de Alberta ha decidido mantener el salario mínimo en $15 por hora, sin cambios, durante los últimos seis años. Esta decisión ha sido criticada por diversos sectores, quienes argumentan que la falta de ajuste ha dejado a los trabajadores de bajos ingresos en una situación precaria, especialmente en un contexto de aumento del costo de vida.
Desde que se implementó el salario mínimo de $15 por hora en 2018, Alberta pasó de tener uno de los salarios mínimos más altos del país a uno de los más bajos. Provincias vecinas como Columbia Británica han aumentado su salario mínimo a $17.40 por hora y han prometido ajustes anuales basados en la inflación. En contraste, Alberta ha mantenido su salario mínimo estático, lo que ha llevado a una creciente disparidad en los ingresos de los trabajadores de bajos salarios en comparación con otras regiones de Canadá.
La Federación de Trabajadores de Alberta (AFL) ha sido una de las voces más críticas, señalando que la congelación del salario mínimo está afectando negativamente a los trabajadores más vulnerables. “El salario mínimo de Alberta está quedando cada vez más rezagado en comparación con el resto del país, justo cuando la provincia se está volviendo más cara”, declaró Gil McGowan, presidente de la AFL.
Por otro lado, el gobierno de Alberta ha defendido su decisión, argumentando que mantener el salario mínimo en su nivel actual proporciona previsibilidad y estabilidad tanto para empleadores como para empleados en un momento de crecimiento económico y escasez de mano de obra. Sin embargo, esta postura ha sido calificada de “desalmada” por críticos que señalan que los trabajadores de bajos ingresos están luchando para llegar a fin de mes con un salario que no ha aumentado en seis años.
La situación ha llevado a un debate más amplio sobre la necesidad de ajustar el salario mínimo para reflejar el costo de vida y garantizar que los trabajadores puedan cubrir sus necesidades básicas. Mientras tanto, los trabajadores de Alberta continúan esperando un cambio que les permita mejorar su calidad de vida en una economía en constante evolución.
Crédito fotográfico: Jim Wells /Postmedia