El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se pronunció con contundencia el 8 de enero de 2025 contra el empresario Elon Musk durante un evento conmemorativo del 50 aniversario de la muerte de Francisco Franco. Sánchez utilizó el acto, celebrado en Madrid, para destacar los avances democráticos de España desde el fin de la dictadura, contrastándolos con lo que describió como «amenazas contemporáneas a los valores democráticos». En este contexto, el mandatario criticó las recientes declaraciones de Musk, calificándolas de «irresponsables» y «un intento de reescribir la historia en favor de agendas personales».
El comentario de Sánchez hacía referencia a un polémico mensaje publicado por Musk en su red social, X (anteriormente Twitter), en el que el empresario afirmaba que la dictadura franquista había sido «un ejemplo de orden y estabilidad» frente a lo que consideraba el «caos» del sistema democrático actual. Estas declaraciones generaron una ola de críticas en España y en el extranjero, tanto desde el ámbito político como social, al considerar que trivializaban los abusos del régimen franquista, incluyendo la represión política, la censura y las violaciones a los derechos humanos.
Durante su discurso, Sánchez subrayó el compromiso de España con los valores democráticos y la importancia de recordar los desafíos superados en las últimas cinco décadas. «No podemos permitir que figuras con alcance global distorsionen nuestra historia o minimicen el sacrificio de aquellos que lucharon por la libertad y la justicia», declaró el presidente, añadiendo que «la democracia no es un accidente, sino una conquista». Sánchez también destacó la responsabilidad de las plataformas digitales y sus líderes en el fomento de un discurso responsable y respetuoso con la verdad histórica.
La controversia se produce en un momento delicado para la política española, marcada por una polarización creciente y debates intensos sobre la memoria histórica. Mientras algunos sectores conservadores siguen minimizando el legado de Franco, otros, incluyendo el gobierno liderado por el Partido Socialista, han impulsado medidas para garantizar el reconocimiento de las víctimas de la dictadura. En este contexto, las declaraciones de Musk han avivado tensiones latentes, convirtiéndose en un tema de debate nacional.
A nivel internacional, el incidente ha puesto en cuestión el impacto que figuras empresariales influyentes como Musk pueden tener en las narrativas históricas y políticas. Con más de 500 millones de usuarios en su plataforma, las palabras de Musk tienen un alcance considerable, lo que aumenta la preocupación sobre el potencial de desinformación y la normalización de discursos polémicos.
Desde la oposición, algunos líderes criticaron a Sánchez por utilizar un evento solemne como plataforma para atacar a Musk, argumentando que el presidente debería centrarse en la gestión de problemas internos en lugar de entrar en disputas con figuras internacionales. Sin embargo, muchos en la izquierda y en el centro político respaldaron sus declaraciones, señalando la necesidad de defender la memoria histórica frente a intentos de revisionismo.
Por su parte, Musk no tardó en responder. A través de X, el empresario reiteró sus comentarios, señalando que sus palabras habían sido «sacadas de contexto» y que su intención era abrir un debate sobre los desafíos de la gobernanza moderna. Sin embargo, esta aclaración hizo poco para calmar las críticas, y varios historiadores y analistas políticos se unieron al coro de voces condenando sus declaraciones originales.
El evento conmemorativo en Madrid concluyó con un llamado a la unidad y a la reflexión colectiva sobre los logros y desafíos de la democracia en España. Para muchos, la controversia con Musk subraya la importancia de proteger la verdad histórica y fomentar un diálogo informado, especialmente en un mundo interconectado donde las palabras pueden tener un impacto global.