Saskatchewan desafía el impuesto al carbono en una nueva disputa con Ottawa

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El primer ministro Scott Moe intensifica su oposición a la política federal

La provincia de Saskatchewan vuelve a ser el epicentro de la resistencia contra el impuesto federal al carbono, con el primer ministro provincial Scott Moe reafirmando su compromiso de desafiar las políticas ambientales de Justin Trudeau. En una reciente declaración, Moe aseguró que su gobierno no aplicará el impuesto al carbono en el gas natural utilizado para calentar los hogares de la provincia, lo que aumenta la tensión con Ottawa y sienta un precedente de confrontación política.

Una batalla que se intensifica

Desde que el gobierno federal implementó el impuesto al carbono como parte de su estrategia climática, varias provincias han manifestado su descontento, pero Saskatchewan ha sido una de las más combativas. Scott Moe ha argumentado en repetidas ocasiones que la medida es injusta para los residentes de su provincia, especialmente para los agricultores y las comunidades rurales que dependen en gran medida del gas natural para sus necesidades diarias.

“Este impuesto es una carga para las familias trabajadoras de Saskatchewan”, afirmó Moe en un evento reciente en Regina. “Nos negamos a aplicarlo en el gas natural, porque creemos que no solo es injusto, sino ineficaz en la reducción de emisiones”.

Su postura desafiante ha sido respaldada por otras provincias como Alberta, donde la primera ministra Danielle Smith también ha criticado el impuesto y ha explorado medidas para mitigar su impacto en la economía provincial.

Respuesta del gobierno federal

Desde Ottawa, el gobierno de Justin Trudeau ha dejado en claro que todas las provincias deben cumplir con la legislación federal, advirtiendo que no aplicar el impuesto al carbono podría traer consecuencias legales y financieras para Saskatchewan.

El ministro de Medio Ambiente, Steven Guilbeault, respondió con dureza a la decisión de Moe, asegurando que nadie está por encima de la ley y que el impuesto es una herramienta esencial para combatir el cambio climático. “El calentamiento global no distingue entre provincias. Necesitamos un esfuerzo conjunto y Saskatchewan no puede eximirse de su responsabilidad”, señaló Guilbeault en una conferencia de prensa.

Además, el gobierno federal ha reiterado que el reembolso del impuesto al carbono, que devuelve dinero a los hogares a través de créditos fiscales, compensa el impacto económico en los ciudadanos. Sin embargo, Moe y otros críticos sostienen que el impuesto sigue afectando desproporcionadamente a las provincias con inviernos más fríos y economías dependientes de los combustibles fósiles.

Impacto en la política nacional

Esta nueva disputa entre Saskatchewan y Ottawa se enmarca en un clima político cada vez más polarizado de cara a las elecciones federales de octubre de 2025. Los conservadores, liderados por Pierre Poilievre, han utilizado la controversia del impuesto al carbono como una de sus principales banderas de campaña, prometiendo su eliminación si logran llegar al poder.

Mientras tanto, el Nuevo Partido Democrático (NDP) de Jagmeet Singh ha propuesto modificaciones a la política climática para que el impuesto tenga un impacto menor en las comunidades rurales, sin eliminarlo por completo.

En Saskatchewan, la postura de Moe ha sido bien recibida por sus seguidores, pero algunos analistas advierten que su enfrentamiento con Ottawa podría derivar en recortes de fondos federales o en una batalla legal prolongada.

¿Qué sigue?

Scott Moe ha señalado que su gobierno está explorando opciones legales para impugnar la aplicación del impuesto en Saskatchewan y que no descarta llevar el caso ante la Corte Suprema si Ottawa insiste en forzar su cumplimiento.

Por ahora, la situación sigue evolucionando, pero lo que es seguro es que el impuesto al carbono se ha convertido en un tema clave en la política canadiense, con repercusiones que podrían influir en el resultado de las próximas elecciones.

Crédito fotográfico: Kirk Fraser


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