Un ataque aéreo israelí contra el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, mató el lunes a seis personas, entre ellas cuatro niños, según el ministerio de salud palestino. El ataque también causó heridas a otras 15 personas, algunas de ellas de gravedad.
El ministerio identificó a las víctimas como miembros de la familia Al-Masri, que vivían en una casa de dos plantas que fue destruida por el bombardeo. Los testigos dijeron que los cuerpos quedaron atrapados bajo los escombros y que los equipos de rescate tuvieron dificultades para sacarlos.
El campo de Nuseirat es uno de los ocho campos de refugiados de Gaza, donde viven más de un millón de personas en condiciones de hacinamiento y pobreza. Los campos fueron establecidos después de la guerra árabe-israelí de 1948, cuando cientos de miles de palestinos fueron expulsados o huyeron de sus hogares.
El ataque se produjo en medio de una escalada de la violencia entre Israel y los grupos armados palestinos, que intercambian cohetes y misiles desde el pasado jueves. Según el ministerio de salud de Gaza, al menos 34 palestinos han muerto y más de 200 han resultado heridos por los ataques israelíes en los últimos cinco días.
Israel dice que sus ataques son una respuesta a los cohetes lanzados desde Gaza, que han causado al menos dos muertos y decenas de heridos en su territorio. Israel acusa al movimiento islamista Hamas, que controla Gaza, de estar detrás de los disparos y de usar a los civiles como escudos humanos.
La ONU, la Unión Europea y varios países han expresado su preocupación por la situación y han pedido a ambas partes que cesen la violencia y reanuden el diálogo. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que estaba “profundamente entristecido” por las muertes de civiles y pidió “el máximo respeto al derecho internacional humanitario”.