La isla de Vancouver ha sufrido una sequía histórica este verano, con temperaturas récord y escasas precipitaciones que han afectado a la agricultura, la pesca y el suministro de agua. Sin embargo, se espera que el tiempo cambie pronto y que llegue la lluvia tan necesaria para aliviar la situación.
Según Environment Canada, la isla de Vancouver ha recibido solo el 25% de la lluvia normal entre junio y agosto, lo que la convierte en la segunda zona más seca de Canadá después de la isla de Baffin. Además, el mes de agosto fue el más caluroso registrado en Victoria, con una temperatura media de 19,6 grados Celsius.
Estas condiciones han provocado graves consecuencias para los habitantes de la isla. Los agricultores han tenido que regar sus cultivos con más frecuencia y reducir sus cosechas debido a la falta de humedad en el suelo. Los pescadores han visto disminuir sus capturas por la baja cantidad y calidad del agua en los ríos y lagos. Y los residentes han tenido que cumplir con restricciones de agua para evitar el agotamiento de los embalses.
“Es muy preocupante. Nunca he visto esto tan seco”, dijo Dave Sandsmark, un agricultor de Saanich que lleva 40 años trabajando la tierra.
Pero hay una luz al final del túnel. Según el pronóstico meteorológico, se espera que una serie de frentes fríos traigan lluvia a la isla de Vancouver a partir del sábado por la noche. Se prevé que caigan entre 20 y 40 milímetros de lluvia durante el fin de semana, lo que podría ser más que todo lo que ha llovido en los últimos tres meses.
“Es una buena noticia. La lluvia va a ayudar a mejorar las condiciones del suelo, a recargar los embalses y a aumentar el caudal de los ríos”, dijo Armel Castellan, meteorólogo de Environment Canada.
Sin embargo, Castellan advirtió que no hay que bajar la guardia, ya que la sequía no se va a resolver con una sola tormenta. “Vamos a necesitar más lluvia en las próximas semanas para volver a la normalidad”, dijo.