La organización World Central Kitchen informó que siete de sus miembros fueron asesinados en la Franja de Gaza mientras trabajaban en distribución de alimentos. Los trabajadores estaban abandonando un almacén en Deir al-Balah, en el centro de Gaza, cuando el ataque ocurrio. A pesar de coordinar sus movimientos con las Fuerzas de Defensa de Israel, el convoy fue alcanzado mientras salía del almacén, donde habían descargado más de 100 toneladas de ayuda humanitaria llevada a Gaza por vía marítima⁶. La CEO de World Central Kitchen, Erin Gore, calificó el ataque como «imperdonable» y denunció el uso de alimentos como arma de guerra.
El incidente se produce en medio de la guerra entre Israel y Hamás, y destaca la vulnerabilidad de los trabajadores humanitarios en zonas de conflicto. La comunidad internacional debe prestar atención a estas tragedias y trabajar hacia la protección de quienes brindan asistencia vital en situaciones desesperadas.