THE LATIN VOX (9 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
La reciente decisión de Meta, la gigante tecnológica propietaria de plataformas como Facebook, Instagram y WhatsApp, de eliminar su programa de verificación de datos y sustituirlo por un sistema de «notas comunitarias» ha generado una fuerte reacción a nivel global.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), una organización que agrupa a más de 1.300 medios de comunicación de todo el continente, expresó su profunda preocupación, advirtiendo que esta medida representa un grave retroceso en la lucha contra la desinformación, un problema que ya tiene un impacto directo sobre la calidad de los sistemas democráticos.
El impacto sobre la democracia y la confianza pública
El principio 11 de la Declaración de Salta II, adoptada por la SIP, establece que la desinformación, especialmente cuando es difundida maliciosamente por actores estatales o privados, puede socavar la confianza pública y alterar los procesos democráticos.
La preocupación de la SIP se basa en que, al delegar la responsabilidad de la verificación de datos en usuarios anónimos a través de un sistema comunitario, Meta está debilitando los esfuerzos necesarios para asegurar la veracidad de la información que circula en sus plataformas. Este cambio no solo reduce la efectividad de la lucha contra las fake news, sino que también aumenta el riesgo de manipulación y abuso en un entorno digital que se encuentra cada vez más polarizado.
José Roberto Dutriz, presidente de la SIP y director de La Prensa Gráfica de El Salvador, expresó su preocupación señalando que la eliminación de la verificación profesional pone en riesgo un mecanismo esencial para combatir la desinformación. «La desinformación es una de las principales amenazas para la confianza pública y la estabilidad democrática», afirmó Dutriz. «Dejar este vacío en manos de usuarios anónimos es una estrategia que dificulta aún más una solución eficaz», agregó.
Un modelo que carece de transparencia
La SIP también criticó la falta de transparencia en el nuevo sistema de «notas comunitarias» que Meta pretende implementar, comparándolo con el sistema que la plataforma X (anteriormente conocida como Twitter) ya utiliza.
Según la organización, este modelo carece de la rigurosidad necesaria para garantizar que las normas de moderación de contenidos se alineen con los estándares internacionales de derechos humanos. Además, al eliminar la verificación profesional, Meta crea un entorno susceptible a la desinformación y a la manipulación, con consecuencias que podrían extenderse más allá de la propia plataforma.
Carlos Jornet, segundo vicepresidente de la SIP y director periodístico de La Voz del Interior de Córdoba, Argentina, subrayó que esta medida contradice los principios fundamentales de la Declaración de Salta II, que exige políticas claras y transparentes para combatir la desinformación. «Meta está enviando una señal equivocada en un momento crítico, cuando el compromiso con la libertad de expresión y los derechos humanos debe ser fortalecido, no debilitado», manifestó Jornet.
El desajuste con las políticas internacionales de derechos humanos
La Declaración de Salta II también destaca la necesidad de que los intermediarios tecnológicos y desarrolladores de inteligencia artificial respeten los derechos humanos y fomenten la libertad de expresión.
En este contexto, la SIP ve con alarma cómo Meta sigue desjerarquizando los contenidos periodísticos generados por medios profesionales, el principal antídoto contra la desinformación.
Este comportamiento de la empresa se ha visto reflejado en diversas decisiones previas, como el bloqueo de noticias en Canadá en respuesta a la sanción de una ley de protección de derechos de autor, la modificación de sus productos para minimizar la visibilidad de las noticias verificadas y la eliminación de programas destinados a impulsar el periodismo en el ecosistema digital.
Para la SIP, este tipo de decisiones pone en peligro los valores fundamentales de la democracia, que se ven directamente amenazados por el aumento de la desinformación en plataformas de alcance global. «Es urgente que las políticas de moderación y curación de contenidos sean claras, transparentes y se ajusten a estándares internacionales de derechos humanos», reiteró Jornet.
Un futuro incierto para la libertad de expresión
La eliminación de la verificación profesional por parte de Meta también abre la puerta a la posibilidad de que otras plataformas sigan un camino similar, lo que podría generar un precedente peligroso en la lucha contra la desinformación. Este tipo de medidas también podría incentivar regulaciones estatales que, en lugar de combatir la desinformación, terminen por violar los derechos fundamentales a la libertad de expresión.
La actualización de la Declaración de Salta II, aprobada en octubre de 2024, aborda precisamente los desafíos actuales de la libertad de prensa en el entorno digital. Entre los temas clave que se incluyen en este documento actualizado se encuentran la inteligencia artificial, la opacidad de los algoritmos que alimentan las plataformas, y el respeto al derecho de propiedad intelectual, que es esencial para la viabilidad económica del periodismo.
La decisión de Meta de eliminar la verificación de datos profesional y sustituirla por un sistema de «notas comunitarias» no solo debilita la lucha contra la desinformación, sino que también pone en riesgo la calidad del debate público y la estabilidad democrática en la era digital.
Ante este panorama, la SIP ha hecho un llamado a las plataformas tecnológicas para que respeten los principios fundamentales de la Declaración de Salta II y asuman la responsabilidad de garantizar un entorno digital libre de desinformación y manipulaciones, en beneficio de todos los usuarios y de la democracia misma.
Crédito fotográfico: Tech Policy Press