Siria: Combatientes islámicos llegan al centro de Alepo mientras fuerzas del gobierno parecen retirarse

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THE LATIN VOX (30 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

En una ofensiva sorpresiva, los rebeldes islámicos que alguna vez estuvieron exiliados en las montañas del campo sirio ahora recorren las calles del centro de Alepo, fotografiándose frente a su antigua ciudadela y destruyendo símbolos del gobierno de Bashar al-Assad. Este avance marca el desafío más significativo para el control de Assad en años y ha alterado drásticamente el equilibrio de poder en la ciudad, la segunda más grande de Siria.

La ofensiva, en la que los insurgentes tomaron territorio en el noroeste del país, sorprendió tanto a las fuerzas leales al gobierno como a sus aliados de largo plazo en Moscú y Teherán. La caída de Alepo, un acontecimiento clave en la guerra civil siria, es vista como una de las victorias más importantes de los rebeldes en la última década, desafiando las expectativas sobre la estabilidad del régimen de Assad.

Una toma inesperada

Los combatientes del grupo militante islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) lograron un avance rápido y arrollador sobre las fuerzas del ejército sirio, llegando incluso a tomar una base militar estratégica al sur de la ciudad y controlando el importante cruce de Saraqib, una localidad clave en la carretera hacia Damasco. En un giro sorprendente, los insurgentes no enfrentaron la resistencia feroz que se vivió en la batalla por el control de Alepo en 2012, cuando cada calle fue escenario de intensos combates.

“Una vez que llegaron, parecía que todo estaba abierto. Nadie esperaba que Alepo fuera tomada tan rápido”, comentó Jerome Drevon, analista del International Crisis Group. Esta falta de resistencia ha sido atribuida a la desorganización de las fuerzas del gobierno, que, según Drevon, no esperaban una ofensiva tan rápida y exitosa, dada la velocidad con que se llevó a cabo la operación.

El impacto de la ofensiva rebelde

El avance rebelde ha sorprendido a todos los actores internacionales involucrados en el conflicto, incluidos Rusia e Irán. El ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, se encuentra en Damasco, y el canciller ruso, Serguéi Lavrov, ha hablado con su homólogo turco para discutir la situación. Mientras tanto, la aviación rusa y siria ha comenzado a bombardear áreas cercanas a Alepo en un intento por frenar el avance insurgente.

El gobierno sirio ha reconocido la magnitud del ataque, justificando su retirada de algunas posiciones estratégicas como una “operación de redistribución” para reforzar las líneas defensivas y proteger a los civiles. Sin embargo, la retirada del ejército ha dejado claro que la lucha por Alepo no ha terminado, y la capacidad de las fuerzas leales al régimen para lanzar un contraataque sigue siendo incierta.

El futuro de Alepo y de la Siria bajo Assad

La caída de Alepo es un símbolo del cambio de poder en Siria. En 2016, las fuerzas del gobierno de Assad, con el apoyo de la aviación rusa e iraní, lograron recuperar la ciudad tras un asedio devastador. La pérdida de Alepo en 2023 pone en duda la estabilidad de su control sobre el país, que parecía relativamente seguro, dado que incluso antiguos enemigos regionales, como Arabia Saudita, habían comenzado a restablecer relaciones diplomáticas con Damasco.

Ahora, los rebeldes, bajo el liderazgo de Abu Mohammad al-Jolani, líder de HTS, enfrentan el reto de consolidar su control sobre las áreas que han tomado. Aunque al-Jolani ha gobernado la provincia de Idlib durante varios años, las acusaciones de abusos contra los derechos humanos y la dependencia de ayuda internacional para satisfacer las necesidades de la población civil han empañado su administración.

El futuro de Alepo y de las áreas recientemente tomadas dependerá de la capacidad de los rebeldes para mantener sus posiciones. Sam Heller, analista de la Fundación Century, advirtió que las zonas rurales de Alepo podrían ser difíciles de sostener si el gobierno de Assad y sus aliados lanzan un ataque aéreo masivo. Sin embargo, retener el control de la ciudad misma podría ser un desafío aún mayor.

El panorama de la guerra y las futuras rebeliones

El impacto de la ofensiva insurgente va más allá de Alepo. A medida que las fuerzas rebeldes se expanden, hay un creciente temor de que esta victoria se traduzca en un renacimiento de la lucha en otras partes del país. La caída de Alepo podría inspirar nuevos levantamientos en áreas bajo control de Assad, mientras los opositores al régimen, tanto dentro como fuera de Siria, observan con esperanza este cambio en el frente.

Drevon cree que, aunque HTS tiene el control en este momento, la situación podría ser frágil. “Las fuerzas rebeldes han estado esperando esta batalla durante mucho tiempo. Están centrados en expandir su campo de batalla por ahora, pero no está claro cómo podrán consolidar su dominio”, dijo.

La guerra siria, que comenzó como un levantamiento popular en 2011, parece haber entrado en una nueva fase, con un inesperado resurgimiento de los insurgentes que podría reconfigurar el futuro de la región. Mientras el régimen de Assad sigue combatiendo para mantener su control, la incertidumbre sobre el futuro de Siria solo aumenta.

Crédito fotográfico: AFR


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