THE LATIN VOX (21 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un episodio reciente que ha desatado gran preocupación a nivel internacional, las fuerzas israelíes dispararon contra un manifestante en el sur de Siria, mientras sus tropas avanzaban más allá de la zona de separación patrullada por las Naciones Unidas.
Este incidente ocurrió en la aldea de Maariya, en la región de Daraa, el viernes pasado, cuando residentes de la zona organizaron una protesta contra las actividades del ejército israelí. El manifestante fue alcanzado por un disparo en la pierna, según informó el ejército israelí, que justificó la acción afirmando que los soldados actuaron en respuesta a una «amenaza».
El contexto de esta situación está marcado por una serie de acciones militares de Israel en Siria desde la caída del presidente Bashar al-Assad, el 8 de diciembre. Desde ese momento, las fuerzas israelíes han intensificado sus ataques aéreos contra instalaciones militares sirias, con el objetivo declarado de evitar que caigan en manos de grupos hostiles.
Sin embargo, uno de los movimientos más controvertidos ha sido la incursión de tropas israelíes en una zona que había sido desmilitarizada y que está bajo el monitoreo de la ONU, en los Altos del Golán, una área clave en el conflicto israelo-sirio.
La decisión de Israel de ingresar más allá de la zona de separación no solo ha generado reacciones de condena internacional, sino que ha exacerbado el temor y la incertidumbre entre las comunidades sirias cercanas.
«Cuando los israelíes entraron, sembraron miedo y horror entre la gente, los niños, las mujeres», comentó un residente de Maariya, identificado como Ali al-Khalaf, quien relató que muchas familias huyeron a aldeas cercanas debido al temor provocado por las incursiones militares.
Desde su ocupación de los Altos del Golán en 1967 durante la Guerra de los Seis Días, Israel ha mantenido un control firme sobre esta estratégica región, que es reclamada por Siria. Aunque la comunidad internacional en su mayoría no reconoce la soberanía israelí sobre el Golán, los últimos movimientos de Israel han desatado un renovado interés por la zona, especialmente después de la reciente reconfiguración del poder en Siria tras la caída del régimen de Assad.
A pesar de sus justificaciones, Israel ha sido acusado de una «escalada injustificada» por el nuevo liderazgo sirio, encabezado por Ahmed al-Sharaa, quien también ha destacado que la situación de «agotamiento general» en Siria dificulta una respuesta militar directa.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha defendido estas operaciones como medidas defensivas ante lo que considera un vacío de poder en su frontera y en la zona de separación de la ONU. Según Netanyahu, la política israelí hacia Siria estará determinada por la realidad dinámica sobre el terreno, subrayando que Israel no busca confrontar directamente a Siria.
Sin embargo, su visita a una montaña estratégica siria, dentro de la zona patrullada por la ONU, durante un informe de seguridad, parece indicar una ampliación de las operaciones militares israelíes más allá de los límites establecidos.
Este evento refleja la creciente complejidad de la situación en el Golán, un territorio cuyo control y seguridad han sido motivo de conflicto durante décadas. El futuro de la zona parece estar marcado por la inestabilidad regional, mientras que las tensiones entre Israel y Siria, junto con la incertidumbre sobre el futuro del régimen sirio, continúan siendo factores clave en este delicado escenario geopolítico.
A medida que las fuerzas israelíes siguen desplegándose más allá de la zona de buffer, la región parece acercarse a una nueva fase de confrontación y violencia. La comunidad internacional observa con cautela cómo se desarrollan estos eventos, conscientes de que cualquier escalada en el Golán podría tener repercusiones mucho más amplias, afectando la estabilidad de toda la región del Medio Oriente.
Crédito fotográfico: Aris MESSINIS