THE LATIN VOX (13 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La dramática caída del régimen de Bashar al-Assad ha sacado a la luz uno de los secretos más oscuros de su gobierno: la producción y exportación a gran escala de la droga prohibida captagón, un estimulante de tipo anfetamínico que se ha convertido en la mayor fuente de ingresos ilegales del país.
El comercio de esta droga ha transformado a Siria en el mayor productor mundial de captagón, superando por mucho las exportaciones legales del país, según investigaciones previas.
Recientemente, los combatientes del grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) tomaron el control de varios centros de distribución y bases militares vinculadas a este lucrativo tráfico. En un hallazgo sin precedentes, los rebeldes descubrieron un alijo masivo de captagón oculto en componentes eléctricos en un almacén a las afueras de Damasco, destinado a ser exportado.
En una visita a este depósito, un luchador de HTS, Abu Malek al-Shami, señaló que el lugar estaba vinculado directamente a Maher al-Assad, hermano de Bashar al-Assad, y al empresario sirio Amer Khiti, quienes son ampliamente acusados de ser los responsables del auge de este comercio ilícito.
Maher al-Assad, excomandante militar y ahora en paradero desconocido, es considerado el verdadero poder detrás del próspero negocio del captagón, mientras que Khiti, un influyente político sirio, fue sancionado en 2023 por el gobierno británico debido a su implicación en el contrabando y producción de drogas.
En el almacén, los periodistas de AFP encontraron miles de pastillas de captagón almacenadas en los bobinados de cobre de estabilizadores de voltaje domésticos nuevos. «Encontramos una gran cantidad de dispositivos que estaban llenos de paquetes de captagón destinados a ser contrabandeados fuera del país. Es una cantidad enorme», dijo al-Shami, haciendo hincapié en la magnitud del hallazgo.
Además, en el almacén se apilaban cajas de cartón y sacos de soda cáustica, un ingrediente clave en la producción de metanfetamina, otro estimulante relacionado.
El captagón se convirtió en la principal fuente de ingresos del régimen de Assad durante los 13 años de guerra civil, y su comercio ayudó a sostener al gobierno a pesar de las sanciones internacionales y los continuos combates.
Durante un informe de investigación en 2022, AFP descubrió que el captagón superaba en valor a todas las exportaciones legales de Siria combinadas, convirtiendo al país en el mayor productor y exportador de esta droga en el mundo.
Expertos como Hesham Alghannam, del Carnegie Middle East Center, han afirmado que Assad utilizó el comercio de captagón como una herramienta política para presionar a los gobiernos árabes. El captagón alimentó una epidemia de abuso de drogas en los países del Golfo Pérsico, especialmente en Arabia Saudita, amenazando la paz social.
Alghannam sostiene que Assad aprovechó este problema para presionar a los países del Golfo, especialmente a Arabia Saudita, para que reintegraran a Siria en el ámbito árabe, lo que finalmente ocurrió en 2023 cuando Siria fue readmitida en la Liga Árabe.
Curiosamente, las sacas de soda cáustica encontradas en el almacén provenían de Arabia Saudita, un dato que subraya la interconexión global en el comercio de drogas y la hipocresía de algunos actores en la región.
Además de este enorme alijo, se han encontrado otros depósitos de captagón en instalaciones militares asociadas a unidades bajo el mando de Maher al-Assad, como en la base aérea de Mazzeh, ahora controlada por los combatientes de HTS. En la base, los periodistas de AFP descubrieron una pila humeante de captagón quemada, junto con otros productos ilícitos, como medicamentos falsificados y billetes de $100 mal falsificados.
«Al entrar en el área encontramos una enorme cantidad de captagón. Así que lo destruimos y lo quemamos. Es una cantidad gigantesca, hermano», dijo un combatiente de HTS, conocido como «Khattab». Este último recalcó que HTS no tiene intención de exportar la droga, pues no quieren perjudicar a sus vecinos con este comercio que mueve miles de millones de dólares.
El captagón ha dejado una marca indeleble en la región, convirtiéndose en uno de los mayores problemas de seguridad y salud pública en países como Arabia Saudita, Líbano y Jordania, y afectando a miles de personas en el Golfo Pérsico, donde la droga ha alimentado una crisis social y de salud pública sin precedentes.
Aunque la caída de Assad ha puesto en evidencia la magnitud de este negocio ilícito, el futuro de la producción y el tráfico de captagón en Siria sigue siendo incierto, dejando abierta la posibilidad de que otras facciones o actores tomen el control de esta rentable industria.
En el contexto de la compleja reconstrucción política y social de Siria, el tráfico de captagón seguirá siendo un desafío para el nuevo gobierno de transición liderado por HTS y para la comunidad internacional, que se enfrenta a la difícil tarea de erradicar una de las fuentes de financiación más lucrativas del régimen derrocado.
Crédito fotográfico: SANA via AP