En un caso que ha sacudido a la nación, una soldado del ejército australiano y su esposo han sido acusados de espionaje para Rusia. Kira Korolev, de 40 años, y su esposo Igor Korolev, de 62 años, ambos ciudadanos australianos de origen ruso, fueron arrestados en su hogar en Brisbane el jueves pasado. Las autoridades australianas han presentado cargos bajo las leyes de espionaje promulgadas en 2018, siendo este el primer caso de su tipo bajo estas nuevas regulaciones.
Kira Korolev, una técnica de sistemas de información de la Fuerza de Defensa Australiana, y su esposo, un trabajador autónomo, supuestamente trabajaron juntos para acceder a material de la Fuerza de Defensa Australiana relacionado con los intereses de seguridad nacional de Australia. Según el Comisionado de la Policía Federal Australiana, Reece Kershaw, la pareja tenía la intención de proporcionar esta información a las autoridades rusas. Sin embargo, aún no se ha determinado si la información fue entregada.
El caso ha generado una gran preocupación entre los socios de inteligencia de Australia en el grupo de los Cinco Ojos, que incluye a Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Nueva Zelanda. Kershaw aseguró que las autoridades australianas continuarán identificando y desbaratando actividades de espionaje para proteger la seguridad nacional.
La pareja no compareció en persona en el Tribunal de Magistrados de Brisbane y fue representada por abogados. No se declararon culpables y su próxima audiencia será en un tribunal federal el 20 de septiembre. Los abogados de la pareja no hicieron declaraciones públicas.
El arresto de los Korolev se produce en un momento de creciente tensión entre Australia y Rusia. El embajador ruso en Australia ha desestimado las acusaciones, calificándolas de “claramente destinadas a lanzar otra ola de paranoia anti-rusa en Australia” y ha solicitado información oficial a las autoridades australianas.
Este caso también ha puesto de relieve la eficacia de las nuevas leyes de espionaje de Australia, que prohíben la interferencia extranjera encubierta en la política doméstica. En los últimos años, las fuerzas de seguridad australianas han desbaratado presuntos espías rusos y han expulsado discretamente a una gran red de espías rusos que operaban bajo identidades encubiertas.
La investigación continúa y las autoridades australianas están decididas a llegar al fondo de este caso para garantizar que no haya compromisos significativos en la seguridad nacional del país.