En un giro alarmante de los acontecimientos, se ha revelado que Ahmed Fouad Mostafa Eldidi, un hombre de 62 años acusado de planear un ataque terrorista en Toronto junto con su hijo, se convirtió en ciudadano canadiense apenas unos meses antes de su arresto en julio de 2024. Esta información fue presentada por el Ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, ante el comité de seguridad pública y nacional de la Cámara de los Comunes.
Eldidi llegó a Canadá en febrero de 2018 y solicitó asilo en junio del mismo año. Tras un proceso de varios años, finalmente obtuvo la ciudadanía canadiense en mayo de 2024. Sin embargo, solo dos meses después, él y su hijo Mostafa Eldidi, de 26 años, fueron arrestados en Richmond Hill, Ontario, y enfrentan nueve cargos de terrorismo, incluyendo conspiración para cometer asesinato en nombre del grupo terrorista Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS).
El Ministro LeBlanc proporcionó una cronología detallada del expediente de inmigración de los Eldidi, destacando que el Servicio Canadiense de Inteligencia de Seguridad (CSIS) se enteró de la amenaza que representaban los dos hombres en junio de 2024. El ministro fue informado de la situación el 24 de julio, apenas unos días antes de los arrestos.
Este caso ha suscitado serias preocupaciones sobre el proceso de inmigración y naturalización en Canadá. Los críticos argumentan que el sistema necesita una revisión exhaustiva para evitar que individuos con posibles vínculos terroristas obtengan la ciudadanía canadiense. Además, el hecho de que Eldidi haya podido convertirse en ciudadano a pesar de las sospechas de terrorismo plantea preguntas sobre la eficacia de los controles de seguridad actuales.
El arresto de los Eldidi ha generado un debate nacional sobre la seguridad y la inmigración. Algunos defensores de los derechos humanos advierten contra la estigmatización de los refugiados y los inmigrantes, subrayando que la gran mayoría de ellos no representan una amenaza para la seguridad pública. Sin embargo, otros insisten en la necesidad de medidas más estrictas para proteger a los ciudadanos canadienses de posibles ataques terroristas.
El comité de seguridad pública y nacional continuará investigando este caso y evaluando posibles reformas al sistema de inmigración. Mientras tanto, la comunidad canadiense permanece en alerta, esperando más detalles sobre este preocupante incidente.