En un movimiento inesperado y significativo, la NASA ha anunciado que SpaceX será responsable de traer de vuelta a la Tierra a los astronautas que actualmente se encuentran a bordo del Starliner de Boeing. Esta decisión se tomó debido a problemas técnicos persistentes con el sistema de propulsión del Starliner, lo que ha llevado a la agencia espacial a considerar demasiado arriesgado utilizar la cápsula de Boeing para el regreso de su primera tripulación.
Los astronautas de la NASA, Butch Wilmore y Suni Williams, quienes fueron lanzados a la Estación Espacial Internacional (ISS) en junio a bordo del Starliner, ahora regresarán en febrero de 2025 en una nave Crew Dragon de SpaceX. Este cambio marca una de las decisiones más importantes de la NASA en años recientes, ya que Boeing había esperado que esta misión de prueba redimiera el programa Starliner después de años de problemas de desarrollo y sobrecostos que superan los 1.6 mil millones de dólares desde 2016.
El Starliner, una cápsula en forma de gota diseñada para competir con el Crew Dragon de SpaceX, ha enfrentado numerosos desafíos desde su concepción. En 2019, falló en una prueba de lanzamiento no tripulado a la ISS, aunque en 2022 logró un éxito parcial en un segundo intento, donde también encontró problemas con los propulsores. La misión de junio con su primera tripulación era necesaria para que la NASA pudiera certificar la cápsula para vuelos rutinarios, pero ahora el camino hacia la certificación del Starliner ha sido interrumpido.
Desde que el Starliner se acopló a la ISS en junio, Boeing ha trabajado intensamente para investigar las causas de los fallos en los propulsores y las fugas de helio. La compañía ha realizado pruebas y simulaciones en la Tierra para recopilar datos y tratar de convencer a los funcionarios de la NASA de que el Starliner es seguro para volar de regreso a la tripulación. Sin embargo, los resultados de esas pruebas plantearon más preguntas de ingeniería y no lograron disipar las preocupaciones de la NASA sobre la capacidad del Starliner para realizar el viaje de regreso tripulado, la parte más compleja y desafiante de la misión de prueba.
La decisión de utilizar el Crew Dragon de SpaceX para el regreso de los astronautas subraya la creciente confianza de la NASA en la capacidad de SpaceX para llevar a cabo misiones críticas. El Crew Dragon ha demostrado ser una opción confiable para el transporte de astronautas desde su primer vuelo tripulado en 2020. En esta misión, dos de los cuatro asientos de astronauta del Crew Dragon se mantendrán vacíos para Wilmore y Williams.
El Starliner se desacoplará de la ISS sin tripulación y intentará regresar a la Tierra como lo habría hecho con los astronautas a bordo. Este regreso no tripulado será crucial para evaluar la viabilidad futura del Starliner como una opción de transporte espacial segura y confiable.
La noticia ha generado una mezcla de reacciones en la comunidad aeroespacial. Mientras algunos ven la decisión como un golpe significativo para Boeing, otros la consideran una medida necesaria para garantizar la seguridad de los astronautas. La NASA ha reiterado su compromiso de trabajar con Boeing para resolver los problemas técnicos del Starliner y avanzar hacia su certificación para vuelos tripulados rutinarios.
La decisión de la NASA de confiar en SpaceX para el regreso de los astronautas del Starliner subraya la importancia de la seguridad y la fiabilidad en las misiones espaciales. A medida que la agencia espacial continúa explorando nuevas fronteras, la colaboración entre empresas privadas y entidades gubernamentales seguirá siendo crucial para el éxito de las misiones futuras.