El 21 de febrero de 2025, durante un conteo rutinario a las 6:30 p.m., el personal de la unidad de mínima seguridad de la Institución Beaver Creek, ubicada en Gravenhurst, Ontario, descubrió la ausencia de dos reclusos: Jay Sedore, de 70 años, y Michael Karas, de 68 años. Sedore cumplía una sentencia indefinida por asesinato en primer grado, mientras que Karas cumplía una condena de 15 años, 6 meses y 10 días por robo, confinamiento forzado y uso de un arma de fuego falsa.
La unidad de mínima seguridad de Beaver Creek se caracteriza por no tener cercas perimetrales, lo que permite a los internos moverse libremente dentro de ciertas áreas. Según Mike Shrider, gerente de comunicaciones regionales del Servicio Correccional de Canadá, los reclusos en esta unidad son considerados de bajo riesgo y se les confía mayor responsabilidad. Sin embargo, durante el conteo nocturno, Sedore y Karas no fueron encontrados en sus alojamientos, lo que indica que simplemente se alejaron de las instalaciones.
Tras su desaparición, el Servicio Correccional de Canadá emitió un comunicado informando sobre la fuga y solicitando la colaboración del público para localizar a los reclusos. Se advirtió que ambos tenían antecedentes de violencia y que, en caso de ser vistos, no debían ser abordados directamente.
El 20 de febrero de 2025, gracias a los esfuerzos conjuntos de la Unidad de Ejecución de Libertad Condicional para Reincidentes (ROPE) y el Servicio de Policía de Toronto, Sedore y Karas fueron localizados en un hotel de Toronto poco antes de las 8 p.m. Ambos fueron detenidos sin incidentes y puestos nuevamente bajo custodia.
El Servicio Correccional de Canadá ha iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias que permitieron la fuga. Se espera que este incidente conduzca a una revisión de los protocolos de seguridad en las unidades de mínima seguridad para prevenir futuros escapes.