Summer McIntosh: La nadadora olímpica que domina el arte de la siesta 

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FOTO: Jonathan NACKSTRAND

En los Juegos Olímpicos de París 2024, Summer McIntosh, de tan solo 17 años, hizo historia al ganar la medalla de oro en la prueba de 400 metros combinados individuales. Su tiempo de 4:27.71 la colocó a 5.69 segundos por delante de la estadounidense Katie Grimes, quien quedó en segundo lugar. Pero, ¿cuál es el secreto detrás de su éxito?

La clave está en su habilidad para descansar y recuperarse. Aunque muchos atletas se centran en entrenamientos intensos y regímenes rigurosos, McIntosh ha adoptado un enfoque diferente. Ella se autodenomina una “siesta profesional”. Durante su preparación para los Juegos Olímpicos, McIntosh priorizó el descanso y la recuperación tanto como los entrenamientos en la piscina. Según ella, las siestas regulares le permitieron mantenerse fresca mental y físicamente.

“Soy definitivamente una profesional de las siestas”, bromea McIntosh. “Cuando no estoy nadando, me aseguro de tomar una siesta adecuada. Creo que eso realmente marca la diferencia en mi rendimiento. No solo se trata de entrenar duro; también es importante descansar y recargar energías”. Su enfoque equilibrado ha demostrado ser efectivo, ya que ha logrado récords mundiales y medallas de oro en competencias anteriores.

McIntosh también comparte su amor por la natación y su dedicación a mejorar constantemente. Desde su debut en los Campeonatos Mundiales de Natación en 2022, donde ganó el oro en los 400 metros combinados individuales y rompió el récord mundial junior, hasta sus actuaciones en las pruebas olímpicas canadienses en 2024, donde estableció un nuevo récord mundial en la misma prueba, su carrera ha sido meteórica. Su actitud positiva y su enfoque en el bienestar integral la han convertido en un modelo a seguir para jóvenes nadadores en todo el mundo.

Summer McIntosh ha demostrado que el éxito no solo se trata de entrenamiento físico, sino también de cuidar el cuerpo y la mente. Su arma secreta, la “siesta profesional”, es un recordatorio de que el equilibrio entre el esfuerzo y el descanso puede marcar la diferencia en el rendimiento deportivo.


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