
THE LATIN VOX (27 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El escenario está listo y el reloj avanza hacia un momento histórico: el 2 de agosto, en el marco del Campeonato Mundial de Natación en Singapur, Summer McIntosh y Katie Ledecky protagonizarán el duelo más esperado de la natación moderna. Será mucho más que una carrera de 800 metros libres: será un choque de generaciones, de estilos y de legados.
Por primera vez en más de una década, Katie Ledecky, la nadadora más condecorada de la historia, ya no es la única figura dominante en la piscina. Frente a ella, la canadiense Summer McIntosh, con apenas 18 años, llega dispuesta a arrebatarle el trono y hacer historia al nivel de Michael Phelps, el único que ha conseguido cinco oros individuales en un solo mundial.
De admiradora a rival
La historia entre ambas tiene tintes casi cinematográficos. McIntosh creció con una cita de Ledecky pegada en la pared de su habitación. Hoy, comparten carril, ambición y protagonismo. “Katie siempre saca lo mejor de mí. Por eso nunca estoy nerviosa al competir contra ella”, declaró recientemente la canadiense, que viene de una racha arrolladora en los selectivos nacionales: tres récords mundiales en cinco días, incluyendo una marca imponente de 3:54.18 en los 400m libres, destrozando el récord anterior de Ariarne Titmus.
Un 800m cargado de drama
El duelo directo se dará en los 800 metros libres, una prueba que ha sido el territorio exclusivo de Ledecky desde 2013. Su marca de 8:04.12, actual récord mundial, sigue siendo la referencia, y la coloca como favorita en el papel. Pero McIntosh, con un tiempo de 8:05.07 (el tercero más rápido de la historia), llega decidida a tomar el bastión.
«El 800 es el mayor desafío que podía enfrentar este año», reconoció Summer. Su entrenador, Fred Vergnoux, lo explicó con claridad: “Ella aceptó el reto un poco antes de lo esperado… pero creo que está lista.”
No será fácil: McIntosh tendrá que disputar entre 14 y 15 carreras en ocho días, combinando pruebas individuales, relevos y medleys con descansos de apenas media hora entre eventos. Ledecky, por su parte, sigue un programa mucho más centrado, lo que podría darle una ventaja táctica.
El inicio de una nueva era
Una posible victoria de McIntosh no solo significaría un punto de inflexión en su carrera, sino que podría señalar el inicio de una nueva era en la natación femenina. En un deporte marcado por relevos generacionales, McIntosh representa la nueva ola: versátil, ambiciosa, imparable.
Y no está sola. Desde China llega Yu Zidi, una niña prodigio de 12 años que competirá en los 200m y 400m combinados, así como en los 200m mariposa. Sus tiempos clasificatorios la habrían ubicado cuarta en los Juegos Olímpicos de París. “Siempre hay alguien más joven que viene detrás. Así funciona este deporte”, afirmó el entrenador canadiense Iain McDonald.
El espectáculo masculino
Mientras tanto, en las pruebas masculinas, el protagonista es el francés Léon Marchand, el nuevo niño prodigio entrenado por Bob Bowman, el legendario mentor de Phelps. Tras su consagración en París, Marchand apunta a defender sus títulos en los 200m y 400m combinados, y quizá romper el récord mundial de Ryan Lochte (1:54.00) en los 200m IM.
Lo acompañan figuras de peso como el irlandés Daniel Wiffen, campeón mundial en los 800m y 1500m libres, quien persigue el récord “intocable” de Zhang Lin (7:32.12). “Creo que todos los récords mundiales pueden caer. Estoy dispuesto a ir hasta el límite”, dijo recientemente.
También destaca el británico Duncan Scott, ocho veces medallista olímpico, que ha centrado todos sus esfuerzos en el 200m combinado en busca de su primer oro individual en un mundial. En los 100m y 200m libres, el duelo será entre Pan Zhanle, nuevo campeón olímpico chino, y David Popovici, el talentoso rumano que aún lucha por recuperar su corona.
¿Un relevo en vivo?
El telón de fondo para este Campeonato Mundial es perfecto: el Singapore Sports Hub, una arena de última generación con capacidad para 4.800 espectadores, acoge una cita que promete ser tanto una celebración post-París como una antesala vibrante de Los Ángeles 2028. Más de 30 países podrían colgarse medallas, una muestra del crecimiento global de la natación.
Pero entre todas las estrellas, las apuestas y los récords, la narrativa central sigue girando en torno a dos mujeres: una leyenda consagrada y una futura reina. Si McIntosh logra imponerse a Ledecky en su prueba favorita, será más que una victoria deportiva: será un traspaso simbólico del liderazgo mundial en la piscina.
Todo está listo para una carrera que podría cambiarlo todo.
Crédito fotográfico: American Heritage School