Tailandia absuelve a Thaksin Shinawatra de cargos por lesa majestad, pero el futuro de su dinastía política sigue en riesgo

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THE LATIN VOX (22 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

El ex primer ministro de Tailandia, Thaksin Shinawatra, obtuvo una victoria judicial este viernes tras ser absuelto de un caso de lesa majestad que lo acusaba de insultar a la monarquía durante una entrevista en 2015.

Sin embargo, la suerte de su influyente familia política continúa en la cuerda floja, con nuevas decisiones judiciales que podrían redefinir su rol en el convulso escenario político tailandés.

La corte criminal desestimó las acusaciones contra Thaksin al considerar que no existían pruebas suficientes de que hubiera difamado a la monarquía en sus declaraciones al diario surcoreano Chosun Ilbo. A su salida, el exmandatario sonrió ante los periodistas luciendo una corbata amarilla, color que simboliza lealtad a la monarquía. “El caso fue desestimado”, declaró con alivio.

Tailandia cuenta con una de las leyes de lesa majestad más estrictas del mundo, que impone penas de entre tres y quince años de prisión por cualquier crítica hacia la familia real.

Desde 2020, al menos 281 personas han sido procesadas bajo este marco legal, que ha sido criticado por organizaciones internacionales y activistas locales por su uso político contra opositores y manifestantes.

El futuro de Paetongtarn en juego

Si bien Thaksin logró sortear este primer obstáculo, la atención ahora se centra en su hija y actual primera ministra suspendida, Paetongtarn Shinawatra. La próxima semana, el Tribunal Constitucional decidirá si será destituida por una polémica conversación telefónica filtrada con el exlíder camboyano Hun Sen, en la que discutieron la disputa fronteriza entre ambos países. Sus detractores la acusan de haber cedido a intereses extranjeros.

La familia Shinawatra enfrenta además otra amenaza judicial: una investigación sobre el supuesto uso indebido de motivos médicos por parte de Thaksin para evitar la cárcel cuando regresó a Tailandia en 2023, tras más de quince años de autoexilio.

Una dinastía marcada por el choque con el poder establecido

Thaksin, multimillonario empresario y propietario en el pasado del club Manchester City, llegó al poder en 2001 con un amplio respaldo popular, especialmente en las zonas rurales del norte del país, gracias a políticas sociales y económicas que beneficiaron a los más desfavorecidos.

Sin embargo, su estilo de gobierno lo enfrentó con las élites conservadoras de Bangkok y con el estamento militar, que lo derrocó en un golpe de Estado en 2006.

Desde entonces, la dinastía Shinawatra ha estado bajo constante acoso judicial y militar: su hermana Yingluck fue destituida por un fallo judicial y posteriormente un golpe de Estado en 2014.

Los tribunales tailandeses, que han disuelto partidos políticos y prohibido a líderes electos ocupar cargos, continúan desempeñando un papel central en la definición del rumbo del país.

El analista Napon Jatusripitak, del ISEAS Yusof Ishak Institute, advierte que estos procesos reflejan “el desequilibrio de poder entre las fuerzas electas y no electas en Tailandia”.

Sin embargo, también señala que el capital político de los Shinawatra se ha erosionado en los últimos años, especialmente después del pacto que Thaksin selló con antiguos rivales militares para bloquear a un partido reformista más popular.

La incapacidad del gobierno para responder a las demandas económicas y el descontento por la gestión de Paetongtarn en la disputa fronteriza con Camboya han debilitado aún más el apoyo a la familia.

La decisión del Tribunal Constitucional la próxima semana podría marcar un nuevo punto de inflexión: si Paetongtarn es destituida, Tailandia podría entrar en otra fase de inestabilidad política, confirmando que, aunque Thaksin logró salir absuelto, la batalla de los Shinawatra por mantener su influencia está lejos de terminar.

Crédito fotográfico: Al Jazeera


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