El 23 de febrero de 2025, la embajadora de Canadá en Estados Unidos, Kirsten Hillman, abordó las recientes declaraciones del presidente electo Donald Trump, quien sugirió que Canadá podría convertirse en el estado número 51 de EE.UU. Hillman enfatizó que tales comentarios «casi nunca» se mencionan en Washington y que no reflejan la realidad de las relaciones entre ambos países.
Durante una cena en Mar-a-Lago, la residencia de Trump en Florida, el presidente electo hizo esta sugerencia en tono jocoso mientras discutía posibles aranceles del 25% a productos canadienses y mexicanos. El ministro de Seguridad Pública de Canadá, Dominic LeBlanc, presente en la reunión, confirmó que el comentario fue una broma y no debe tomarse en serio.
A pesar del tono distendido, las conversaciones abordaron temas serios, como las preocupaciones de Trump sobre el déficit comercial con Canadá y la seguridad fronteriza. Hillman destacó que Canadá está dispuesto a aumentar la compra de productos estadounidenses, incluyendo una nueva flota de submarinos, para mitigar las preocupaciones comerciales de EE.UU. Además, advirtió que la imposición de aranceles del 25% encarecería inmediatamente los precios para los consumidores estadounidenses.
En respuesta a las declaraciones de Trump, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, enfatizó las diferencias entre las fronteras de Canadá y México, subrayando que menos del 1% de los migrantes que ingresan irregularmente a EE.UU. provienen de Canadá y que el flujo de drogas es significativamente menor en comparación con la frontera sur. Trudeau también reafirmó la disposición de Canadá para colaborar en seguridad fronteriza y comercio, pero dejó claro que la soberanía canadiense no está en discusión.