
THE LATIN VOX (22 de noviembre de 2025).- Por Daniela Medina.
Las negociaciones climáticas en la cumbre COP30, celebrada en Belém (Brasil), se prolongaron hasta altas horas de la madrugada luego de que surgiera un bloqueo importante: la Unión Europea (UE) objetó un borrador de acuerdo final, argumentando que carece de ambición real para frenar las emisiones y no aborda de manera suficiente la eliminación de los combustibles fósiles. Estas tensiones han puesto en evidencia fisuras profundas entre naciones desarrolladas y en desarrollo, y dejan en el aire la efectividad de la respuesta global al cambio climático.
1. Negociaciones en sobretiempo e impasse político
Originalmente previsto para concluir el viernes, el plenario de la COP30 se vio obligado a extenderse tras un día de negociaciones maratónicas. Delegados de casi 200 países han debatido intensamente para lograr un consenso, pero la falta de voluntad para incluir compromisos claros sobre los combustibles fósiles generó un estancamiento.
La presidencia brasileña de la COP30 buscó un compromiso que pudiera ser aceptado ampliamente, priorizando un documento que aumente el financiamiento para los países vulnerables frente al cambio climático. Sin embargo, la UE ha manifestado que ese acuerdo es “desequilibrado”.
2. La principal queja: ausencia de hoja de ruta sobre combustibles fósiles
El núcleo de las objeciones de la UE recae sobre la falta de un compromiso firme para reducir el uso de combustibles fósiles como petróleo, gas y carbón, que son los principales responsables del calentamiento global.
Mientras algunos países, incluidos estados latinoamericanos como Colombia, Panamá y Uruguay, presionaban para que el acuerdo incluya una transición clara, potencias productoras de petróleo como Arabia Saudita y Rusia se negaban a aceptar menciones directas.
Ante la falta de consenso en el texto principal, la presidencia brasileña de la COP30 propuso redactar un texto lateral (“side text”) que aborde los combustibles fósiles, separado del documento político central. Sin embargo, no está claro si este texto lateral tendrá el mismo peso ni si todos los países lo apoyarán.
3. La UE cede por la financiación, pero persiste la crítica
A pesar de sus objeciones, la UE ha decidido no bloquear el acuerdo final. Según fuentes citadas por Reuters, los negociadores europeos consideran que, aunque el texto carece de ambición y equilibrio, representa al menos un avance importante porque incluye un aumento sustancial de los fondos para adaptación climática.
En concreto, el borrador propone triplicar la financiación destinada a que los países más vulnerables hagan frente a los impactos del cambio climático para el año 2035.
Este compromiso financiero ha sido uno de los pilares para que la UE “se mueva más allá de su zona de confort”, según un negociador europeo.
4. Críticas más allá de la UE: otros países también rechazan la debilidad del acuerdo
Además de los europeos, delegados de países del Grupo Árabe se opusieron a que el borrador no incluyera una hoja de ruta exigente para eliminar gradualmente los combustibles fósile.
Desde América Latina, los negociadores de Colombia fueron particularmente contundentes: señalaron que no pueden respaldar un acuerdo que “ignora la ciencia”, en alusión al papel central de los combustibles fósiles en la crisis climática.
5. Compromiso y mecanismo voluntario: impulso sin garantías
El texto provisional también introduce una iniciativa voluntaria, llamada “Global Implementation Accelerator”, para que los países puedan intercambiar experiencias y acelerar sus planes de reducción de emisiones.
Además, se abre un proceso para revisar cómo alinear el comercio internacional con la acción climática, una medida relevante para los países en desarrollo que buscan acceder a tecnologías limpias sin enfrentarse a barreras proteccionista.
. Evaluaciones críticas: ¿un paso adelante o un fracaso diplomático?
Para algunos analistas, el acuerdo representa un avance pragmático: moviliza financiación para adaptación, un punto clave para muchos países pobres, y crea mecanismos para acelerar la acción climática.
Sin embargo, otros lo ven como un fracaso moral y técnico: sin una hoja de ruta clara para eliminar los combustibles fósiles, el acuerdo deja abierta la puerta para que los principales emisores continúen expandiendo la infraestructura de carbón, petróleo y gas. La ausencia de un cronograma obligatorio o vinculante genera escepticismo sobre su capacidad para frenar significativamente las emisiones a largo plazo.
7. Contexto político y diplomático: el papel de Brasil en medio de la división
La presidencia brasileña ha intentado equilibrar dos objetivos: por un lado, demostrar que una cumbre climática global puede lograr consenso incluso sin la participación oficial total de Estados Unidos; por otro, mostrar un liderazgo diplomático moderado, evitando imponer términos demasiado radicales que podrían fracturar la negociación.
André Corrêa do Lago, presidente de la COP30, reconoció ante los delegados que las negociaciones han sido arduas. “Sabemos que algunos de ustedes tenían mayores ambiciones para ciertos temas”, dijo, refiriéndose a los países que presionaban por textos más ambiciosos sobre fósiles.
8. Riesgos y posibles escenarios a futuro
- Deslegitimidad científica: Al omitir compromisos fuertes sobre combustibles fósiles, el acuerdo podría ser tachado como insuficiente por la comunidad científica y por países más vulnerables, lo que comprometería su legitimidad moral.
- Tensiones geopolíticas: La división entre la UE, naciones latinoamericanas y países productores de petróleo podría reavivar disputas futuras en COPs posteriores, poniendo en riesgo una gobernanza climática eficaz.
- Implementación débil: El carácter voluntario de algunas iniciativas y la ausencia de obligaciones vinculantes podrían traducirse en una implementación débil o desigual de lo acordado.
- Impulso a la financiación climática: Si se cumple el compromiso de triplicar los fondos para adaptación, los países más vulnerables podrían recibir el apoyo necesario para enfrentar fenómenos cada vez más extremos (sequías, inundaciones, olas de calor).
- Revisión comercial-climática: El mecanismo para alinear comercio con acción climática podría abrir la puerta a cambios estructurales en cómo se financian e intercambian tecnologías verdes, aunque también podría acarrear tensiones con barreras proteccionistas.
¿un acuerdo imperfecto o una oportunidad perdida?
El pacto propuesto en la COP30, aunque finalmente respaldado por la UE, deja un sabor amargo para muchos: mientras moviliza dinero para los más vulnerables, no aborda con la contundencia necesaria la raíz del problema climático: los combustibles fósiles.
En este momento clave, el mundo parece haber elegido pragmatismo en lugar de ambición total. La decisión de la UE de no bloquear el acuerdo pese a sus críticas es una señal clara de que, para muchos, garantizar financiación inmediata para adaptación ha pesado más que empujar por compromisos climáticos radicales.
Queda por ver si este acuerdo servirá como base sólida para futuras negociaciones o si la falta de un mandato fuerte para reducir los combustibles fósiles socavará su relevancia y su implementación a largo plazo.
Fuente:/www.reuters.com
Foto: /www.reuters.com