
Las relaciones comerciales entre Canadá y Estados Unidos atraviesan un período de creciente tensión debido a recientes políticas y declaraciones que han generado fricciones significativas. Dos temas principales han emergido como focos de discordia: la ley de protección del idioma francés en Quebec y las amenazas de restricciones en las exportaciones de energía desde provincias como Ontario y Alberta.
Ley lingüística de Quebec: barrera comercial según EE.UU.
El 1 de abril de 2025, la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR) catalogó la ley de protección del idioma francés de Quebec como una barrera comercial no arancelaria. Esta legislación, implementada en 2022, exige que las empresas incluyan traducciones al francés en cualquier parte de sus marcas que contengan términos genéricos o descripciones de productos, con el objetivo de fortalecer el uso del francés en la provincia. Según la USTR, esta medida impone costos adicionales a las empresas estadounidenses al requerir modificaciones en señalización y empaques, lo que podría dificultar el acceso al mercado quebequense.
Amenazas de restricciones en exportaciones energéticas
En respuesta a las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer un arancel del 25% a todos los productos importados desde Canadá, el primer ministro de Ontario, Doug Ford, anunció en diciembre de 2024 que su provincia consideraría restringir las exportaciones de electricidad a estados como Michigan, Nueva York y Minnesota. Ford también mencionó la posibilidad de prohibir la importación de bebidas alcohólicas de origen estadounidense y limitar la participación de empresas estadounidenses en procesos de adquisición gubernamentales. Estas medidas buscan presionar a la administración estadounidense para que reconsidere la implementación de los aranceles propuestos.
Por otro lado, Alberta ha adoptado un enfoque diferente. El ministro de Energía de la provincia, Brian Jean, indicó en marzo de 2025 que su gobierno ha propuesto varias opciones a la administración Trump para reducir las tensiones comerciales. Jean enfatizó la importancia de mantener relaciones comerciales estables y destacó que las refinerías estadounidenses dependen en gran medida del petróleo canadiense, sugiriendo que las disputas arancelarias podrían perjudicar a ambas naciones.
Perspectivas y próximos pasos
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha manifestado su disposición a responder de manera firme pero equilibrada a cualquier medida arancelaria impuesta por Estados Unidos. Mientras tanto, líderes provinciales como Ford y Jean exploran diferentes estrategias para proteger los intereses económicos de sus regiones. Estas tensiones subrayan la complejidad de las relaciones comerciales entre Canadá y Estados Unidos y resaltan la necesidad de negociaciones diplomáticas para evitar una escalada en las disputas que podría afectar negativamente a ambas economías.
credito fotografico: Rod Lamkey/The Associated Press