
El gobierno de Quebec ha convocado una elección parcial en la circunscripción de Terrebonne, al noreste de Montreal, para el 17 de marzo. La votación se produce tras la renuncia del exministro de Economía Pierre Fitzgibbon y representa un desafío crucial tanto para el partido en el poder, la Coalition Avenir Québec (CAQ), como para el soberanista Parti Québécois (PQ), que busca recuperar un bastión histórico.
Con el PQ liderando las encuestas en la provincia desde hace más de un año y con su candidato superando en intención de voto al de la CAQ en Terrebonne, el resultado de esta elección podría marcar un punto de inflexión en el futuro político de Quebec.
Históricamente, la circunscripción de Terrebonne ha sido un bastión del Parti Québécois. Desde 1976 y hasta 2018, el distrito fue representado casi ininterrumpidamente por el partido soberanista, reflejando la fortaleza del movimiento independentista en la región. Sin embargo, con la llegada de la CAQ al poder en 2018, Fitzgibbon logró ganar la circunscripción y consolidar el dominio del partido gobernante en esta área.
La renuncia de Fitzgibbon, uno de los ministros más influyentes del gobierno de François Legault, ha abierto una ventana de oportunidad para el PQ, que aspira a recuperar la circunscripción como parte de su estrategia de resurgimiento. Su candidato, Catherine Gentilcore, presidenta del partido, cuenta con el respaldo de su líder Paul St-Pierre Plamondon y de un electorado que, según las encuestas, parece estar girando nuevamente hacia el soberanismo.
El portal Qc125.com, que agrega y analiza encuestas en la provincia, muestra al PQ con una ventaja de 12 puntos sobre la CAQ en Terrebonne, lo que sugiere que los votantes podrían estar listos para devolver el distrito a su antiguo partido.
Para la CAQ, esta elección parcial representa un desafío importante. Aunque el partido de Legault sigue en el poder con mayoría en la Asamblea Nacional, su popularidad ha disminuido en los últimos meses. La creciente insatisfacción de los votantes con el manejo de la economía, la inflación y el costo de vida ha debilitado su posición en varias regiones, lo que quedó en evidencia en 2023 cuando el partido perdió la elección parcial en Jean-Talon, otra circunscripción que tradicionalmente no pertenecía al PQ.
Para intentar retener Terrebonne, la CAQ ha apostado por Alex Gagné, un líder comunitario y presidente de una organización dedicada al éxito estudiantil en Quebec. Sin embargo, su falta de experiencia política podría jugar en su contra frente a una candidata con un perfil más arraigado en el movimiento soberanista como Gentilcore.
Si la CAQ pierde Terrebonne, no solo significaría la pérdida de otra circunscripción, sino que enviaría una señal clara de que el partido ya no cuenta con el mismo respaldo popular con el que ganó en 2018 y 2022.
El PQ ha experimentado un notable resurgimiento bajo el liderazgo de Paul St-Pierre Plamondon. Luego de una década de declive y derrotas electorales, el partido ha recuperado terreno en las encuestas y ha demostrado que todavía puede ser una fuerza política importante en Quebec.
La victoria en Jean-Talon en 2023, una circunscripción donde el PQ no tenía historial de éxito, fue una señal clara de que los votantes están reconsiderando su apoyo a los partidos federalistas y podrían estar volviendo al soberanismo como una opción política viable.
Si el PQ logra ganar Terrebonne, reforzaría su narrativa de que el movimiento soberanista sigue vivo y que el partido está en camino de convertirse nuevamente en la principal alternativa a la CAQ. Además, una victoria en esta elección parcial daría un impulso importante a su estrategia de cara a las próximas elecciones generales
Más allá de definir quién representará a Terrebonne en la Asamblea Nacional de Quebec, esta elección parcial es vista como un referéndum sobre el liderazgo de François Legault y el futuro de la CAQ en la provincia.
Si la CAQ logra retener la circunscripción, podría interpretar el resultado como una señal de que su gobierno aún cuenta con apoyo suficiente para mantenerse fuerte en las próximas elecciones generales. Sin embargo, si el PQ logra recuperar Terrebonne, se consolidaría como una fuerza en ascenso y aumentaría la presión sobre la CAQ para replantear su estrategia política.
Con la votación programada para el 17 de marzo, todas las miradas estarán puestas en Terrebonne, donde el resultado podría tener repercusiones mucho más allá de sus fronteras y redefinir el mapa político de Quebec en los próximos años.